Es el año de 1910, el año del Centenario de la Independencia que Porfirio Díaz planea celebrar en grande. La gente mira atónita al horizonte y el grabador José Guadalupe Posada está ahí para registrarlo. En todo el mundo hay temor e incertidumbre; un extraño cuerpo celeste se pasea por el cielo despertando todo tipo de creencias catastróficas: es el regreso del cometa Halley.
“En la actualidad ya se está viendo el gran cometa de Halley; todos los días a la madrugada se levanta la mayor parte de gente alarmada para ver el cometa; saliendo a la calle, balcones o subiéndose a las azoteas para verlo y prepararse a recibir los temblores y el fin del mundo”, escribió Posada en una hoja volante.
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La imagen, titulada “El cometa del Centenario de la Independencia, 1810 México 1910”, muestra a la muchedumbre, ricos y pobre por igual, asombrados con la mirada hacia un idílico y resplandeciente cometa. Una mujer de rebozo junta las manos en señal de plegaria mientras un hombre adinerado se horroriza con la imagen.
Posada lo advierte: “Este Cometa pasará el 18 del presente Mayo muy próximo a la atmósfera terrestre según cálculos astronómicos”. La esperada vista más espectacular del fenómeno astronómico sucedió entre el 18 y 19 de mayo, hace exactamente 110 años y quedó registrada en todas las publicaciones de la época.
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“El famoso cometa es el tema obligado de todas las conversaciones. Muchísimas personas ven llegar con verdadero temor el crítico momento, y como prueba de ello, esta mañana pudo verse en las iglesias un extraordinario número de fieles en los comulgatorios”, registró la prensa española.
El artículo de “El Imparcial” del 18 de mayo agrega: “Los sacerdotes, aun procurando ser breves é indulgentes en el tribunal de la penitencia, no pudieron despachar á todos los que solicitaban confesión, y esta noche estuvieron llenas las iglesias. Mañana habrá una cola caso cometaria ante las sagradas mesas”.
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Halley sin embargo, no era un nuevo fenómeno. Fue bautizado así en honor del astrónomo inglés Edmund Halley (1656-1742) que calculó la órbita del cuerpo celeste, y su primera observación se calcula que sucedió en el año 87 antes de Cristo.
Constituido por hielo, polvo y rocas, los cometas orbitan alrededor del Sol siguiendo diferentes trayectorias, sobre todo elípticas; Halley tiene una cola de muchos millones de kilómetros de largo, que se ha formado en el curso de sus órbitas, cuyo trayecto tarda 76 años en completar.
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Y como escribió el cauto Pasada en su hoja volante: lo único que pudo verse hace 110 años fue “un portentoso torrente de estrellas erráticas o una aurora polar, siendo digno de admirarse”.
Por: Luis carlos Sánchez
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