Adolfo Domínguez es un diseñador que primero fue “costurero” y que aprendió a hacer de la moda, una poesía; segundo, un eterno amante de las letras, y, por último, un admirador incansable de escritores como Cervantes, Tolstói y Rulfo.
Tras 26 años de viaje escribiendo su libro, titulado Juan Griego, el autor buscó encaminar a sus lectores hacía a un análisis sobre América Latina y los "países que hablan español", en donde encontró un profundo vacío llamado pobreza y migración: “esa que siempre va de sur a norte y no en sentido contrario”, indicó.
“Con Juan Griego, mi nuevo libro, quise entenderme, entender el lugar donde nací y el lugar donde los hombres hablamos español, así como entender todo lo relativo al fracaso de éstos”, expresó.
Juan Griego es un militante de la Armada Argentina, un personaje de Domínguez, que hace alusión a América Latina y que emprende al rededor de los años 80, travesía, en la comienza a interrogarse sobre la posibilidad de haber nacido del lado equivocado del mundo, y es que para el escritor, no es lo mismo nacer “en un país caro que habla inglés, que en un país donde se habla español”.
“Decidí entrar al debate con datos más que con ideologías y hacer un libro como lo hicieron los grandes con El Quijote, Guerra y Paz, Juan Griego, un eterno debate con la realidad y el Llano en llamas, así como una novela donde el diálogo de los personajes vibrara en quienes leyeran cada una de las letras”, manifestó.
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Formar parte del debate que contrasta la realidad con las ideologías, es importante para el español, quien afirmó que escribe para aquellos lectores que quieren entenderse y entender los diversos fenómenos sociales como la violencia y el estallido de esta.
“La trama de mi libro es un pretexto para pensar y comprender la existencia humana, de dónde somos y a dónde vamos, de rozar palabras, unas con las otras”, explicó.
El libro de Adolfo Domínguez es una obra literaria de 700 páginas, casi todas, en verso libre, de acuerdo con Domínguez, una obra sutil, de muchos matices y diversos personajes, sobre todo mujeres.
“La novela está poblada de un mosaico de personajes vivos y vibrantes, porque no sólo busco llegar a la cabeza, sino a las emociones”, finalizó.
Por: Azaneth Cruz
dhfm