Recrean arte sin tutela

En 1968, en el marco de la Olimpiada Cultural y los Juegos Olímpicos, el gobierno organizó la Exposición Solar para mostrar “la mejor cara” del arte nacional: la plástica institucional. En desacuerdo con el canon mexicano, un grupo de artistas marcó distancia y creó su muestra, donde la experimentación fue el eje conductor.

Se trata del Salón Independiente, el cual se realizó tres años como una prueba de las propuestas y una crítica al gobierno. Más de 50 años después, esta iniciativa se convierte en el germen de las artes; en el epicentro de la colaboración entre artistas y lo que se conoce como arte contemporáneo.

Así lo afirma Pilar García, responsable de la investigación sobre este movimiento que resultó en la exposición Un arte sin tutela: Salón Independiente en México, 1968-1971, en el Museo Amparo de Puebla, que plantea una reconstrucción de las tres exposiciones que organizó el Salón Independiente.

Dicho movimiento estableció precedentes para que grupos de artistas desarrollaran proyectos, también para sacar la plástica de los cánones de la Escuela Mexicana de Pintura y apostar por la experimentación y, a la vez, fortalecer el arte con un discurso político contestatario.

Se separan de la Exposición Solar, y ellos producen un arte multidisciplinario donde la danza, el teatro y artes visuales hicieron proyectos conjuntos”, afirma García.

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EL SALÓN INDEPENDIENTE

  • Formado por Manuel Felguérez, Brian Nissen, Arnaldo Cohen, Fernando de Szyszlo, Felipe Ehrenberg, Helen Escobedo, Martha Palau, Gilberto Aceves Navarro, Francisco Icaza, entre muchos más.
  • La curaduría está integrada por tres núcleos temáticos.
  • El grupo organizó tres ediciones del Salón Independiente (1968-1969 y 1970).
  • El proyecto surgió en respuesta al arte difundido por el gobierno en los Juegos Olímpicos .
  • 150 piezas se exponen en el Museo Amparo. 
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POR SONIA ÁVILA

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