Diciembre ya está a la vuelta de la esquina y con él, todos los rituales religiosos a la hora de adornar y ponernos navideños, como por ejemplo el rito de colocar la corona de adviento, un elemento con varios significados en particular, que domingo con domingo le va agregando un granito de espíritu navideño a la causa.
Según los expertos de la fe católica, son 4 domingos de preparación antes de la llegada de la Navidad en los que los creyentes se unen a la Virgen María en su espera del Niño Jesús. Debido a este acontecimiento, el adviento empieza justo el último domingo de noviembre y culmina en Nochebuena.
Así pues, este año, el adviento comienza el 29 de noviembre y concluye el jueves 24 de diciembre, con la llegada de la Nochebuena. Y para que estés informado sobre las actividades religiosas que se comparten en familia, te brindamos estos consejos y significado, para que sepas cuándo, cómo y dónde poner este símbolo de la fé católica de acuerdo a las fechas previas a Navidad.
Significado de la corona de adviento
La palabra adviento significa venida y se relaciona directamente con el Nacimiento del Niño Jesús. Es un círculo, porque simboliza el amor de Dios, es decir, que no tiene principio, ni fin y debe de estar presente en las celebraciones navideñas, porque es un símbolo también del amor al prójimo.
Significado de las velas
Las cuatro velas simbolizan los cuatro domingos de adviento y se encienden una cada domingo y todas en Nochebuena alrededor de la corona y cada una guarda un significado muy particular.
Vela morada: El color morado, además de simbolizar el poder para los romanos, en cuestiones religiosas se utiliza, porque tiene una poderosa carga significativa, pues simboliza el tiempo de penitencia o preparación para la llegada de Cristo.
Vela rosa: El color rosa de la vela significa la cercanía del nacimiento del niño Jesús.
Vela blanca: Significa la pureza e inocencia de un niño al nacer.
Normalmente se utilizan 3 velas moradas y una rosa o blanca, aunque hay quienes además de 4 ponen una quinta vela al centro de la corona. Esto ya es cuestión de gustos.