El descubrimiento de un friso de 12 metros, el más largo y completo localizado hasta ahora en el territorio zapoteca, está permitiendo a los expertos conocer más acerca del pasado de Monte Albán, Oaxaca.
El hallazgo fue realizado en el sitio de Atzompa, un complejo arquitectónico que se cree fue erigido entre el 650 y 900 de nuestra era, con fines militares para vigilar el valle de Monte Albán ante la amenaza mixteca, contiene datos acerca del poder político que dominó la zona y fechas calendáricas que se busca descifrar.
“No son muy comunes, hay algunos ejemplos de tableros que contuvieron frisos: hay uno en el edificio II con un par de numerales, pero es lo único y tenemos otro que enmarca un jaguar, pero en ningún caso habíamos encontrado uno completo con todos los elementos escriturales que muestra este”, dice la arqueóloga Nelly Robles, responsable de Atzompa.
[caption id="attachment_818952" align="aligncenter" width="1080"] OBRAS. Especialistas del Instituto Nacional de Antropología (INAH) trabajan en el descubrimiento del friso. Foto: Especial[/caption]El ribete, enmarcado en un tablero escapulario, está compuesto por dos segmentos de seis metros cada uno que adornan la fachada norte de una residencia que perteneció a altos dignatarios del sitio y que los especialistas han denominado la Casa del Sur. En el conjunto, trabajan desde hace dos años con la finalidad de incorporarlo al recorrido de Atzompa.
El año pasado, explica Robles, “terminamos el descubrimiento del friso, se trata de un mensaje en el sistema de escritura zapoteco”. Rescatarlo no ha sido fácil, “nos llevó tiempo y esfuerzo, porque está hecho en un material muy deleznable, de estuco con lodo”. Después del rescate, los especialistas trabajan en la restauración y han entrado en contacto con el especialista en escritura mesoamericana Marten Jansen, de la Universidad de Leiden, Holanda.
La Casa del Sur es la cuarta gran residencia que los especialistas del INAH exploran en Atzompa. El edificio donde se localiza el friso es el inicio de un recorrido hacia lo que fue la vida noble de la zona.
Hay además un pequeño cuarto adosado, también existente en el resto de las unidades de Atzompa, que debió ser la casa de servicios, donde “vivía la persona que proveía de alimentos y todo lo que necesitaba una residencia”.
La exploración del conjunto ha permitido además afianzar la teoría de que Atzompa, y muy probablemente Monte Albán, fueron abandonados de manera deliberada. Los arqueólogos han encontrado evidencias de que la misma población desmanteló algunos de sus edificios, vació sus tumbas y retiró sus ofrendas, e incluso, realizaron un ritual (llamado de ofrenda matada) en el que rompieron decenas de ollas para desacralizar el sitio.
El trabajo apenas tiene 12 por ciento de avance, Robles estima que se necesitarán tres o cuatro años para incorporarla al recorrido. Mientras tanto, Atzompa busca convertirse en un opción de visita alterna a Monte Albán.
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POR LUIS CARLOS SÁNCHEZ
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