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El arte de la interacción

A partir del juego de LOS SENTIDOS, la respiración y el movimiento del público, presencia inestable, de Rafael Lozano-Hemmer, busca activar las relaciones entre máquina, entorno y percepción

CULTURA

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Siempre que hablamos de participación en el arte, lo hacemos como algo positivo, pero en esta pieza, si lo haces demasiado, falleces”, explica Rafael Lozano-Hemmer sobre “Respiración circular y viciosa”, una instalación que remite a un artefacto científico y a un órgano musical.

El visitante entra en una caja sellada herméticamente donde inhala el aire que respiraron los participantes anteriores, en una interacción anónima y rutinaria. Las respiraciones se mantienen circulando y son perceptibles por la acción de fuelles, que inflan 70 bolsas de papel, cerca de 10 mil veces por día.

Que la atención de su estudio esté enfocada en la crisis ecológica no sorprende.

“Estamos respirando un aire que nunca se respiró: 480 partes por millón de dióxido de carbono y sientes una responsabilidad. Nos tenemos que cuestionar para no asistir al fin de los ecosistemas”.

Por primera vez en México, Lozano-Hemmer presenta Presencia Inestable, una revisión de su trabajo de los últimos 18 años. En ella, el artista radicado en Canadá explora “las dimensiones poéticas y políticas a través de la noción de copresencia”, concepto que se refiere a las relaciones entre espectadores con las situaciones producidas por los dispositivos dialógicos empleados.

Para el el primer representante de México en la Bienal de Venecia en 2007, la tecnología no es un espacio suave u homogéneo, se trata de un espacio donde hay muchas circunstancias estridentes, con crítica e interrupciones. “La idea de que el desenlace de la obra no sea el que yo diseñé, planifiqué o programé, es liberador. Si un día estuviera la gente en esta exposición que casi, en su totalidad, utiliza electricidad y se fuera la luz, yo estaría feliz".

Rafael está en contra de que el arte tiene que ser un lugar lúdico u onírico, “es decir, que te mete en un sueño, a mí lo que me gusta es aterrizar a la gente en una realidad, entonces un corte de luz es un evento que te hace reaccionar y que subraya el carácter efímero de lo que hago".

Por su parte, “Voz alta” –que integra la muestra– es su pieza de mayor relevancia, ya que es un memorial para el 40 aniversario de la masacre de Tlatelolco. “Me parece la más importante porque los supervivientes, estudiantes y vecinos se expresaron sin censura en la explanada de Tlatelolco, y eso me parece que es una obra exitosa: la gente la personalizó; fue una sensación del recuerdo, pero en el contexto actual”.

Las obras que se exponen no tienen un mensaje único, a Rafael le gustaría que se interpretara de una forma, pero intenta que la gente tenga la libertad de encontrar su propio mensaje:

“Me gusta que se forme en la participación, en la percepción de la obra, no dar, de alguna forma, un mensaje predeterminado”.

Pese a que su sobra destaca por el uso de la tecnología, Lozano-Hemmer se identifica así mismo como un director de escena que conjuga el trabajo de diferentes colaboradores. “Me cuesta mucho cuando se habla de estas tecnologías como algo del futuro, ya que esto es una parte de una tradición de experimentación con participación del público, como lo hicieron en su tiempo los Estridentistas”.

En noviembre presentará “Sintonizador fronterizo”, la cual conectará El Paso con Ciudad Juárez, a través de fuentes de luz controlados por las voces de los participantes de ambos países.

PRIMERA VEZ EN MÉXICO:

  • "Sismógrafo"
  • "Nombras el agua"
  • "Empaquetamiento de esferas de Bach"
  • "Caguamas sinápticas"
  • "1000 usos tópicos"
  • "Matriz de voz"
  • "La voluta"

LA MUESTRA

  • Es coorganizada por el Musée d’art contemporain de Montréal y el San Francisco Museum of Modern Art.
  • Se puede visitar hasta el 26 de enero de 2020.
PIEZAS. La exposición reúne 26 de sus trabajos. Foto: Daniel Ojeda

https://www.youtube.com/watch?v=7q8xi4YfgMw&feature=youtu.be

Por Melissa Moreno

edp