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El Carrillo Gil se remoza

En su 45 aniversario, la directora Tatiana Cuevas busca recuperar la identidad del museo a través de la renovación de su museografía

CULTURA

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La misión primaria de Tatiana Cuevas en la dirección del Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) es repautar la identidad del recinto. A través de la colección fundacional integrada por mil 700 obras de arte moderno, el espacio ubicado en San Ángel renueva su museografía, su programa educativo y se abre a propuestas experimentales para reposicionar el MACG a 45 años de su creación.

Nuestro objetivo es ser un referente entre el MUAC y el (Museo) Tamayo, tener nuestro propio público”, ataja en entrevista Cuevas.

El pilar es el acervo original formado por el doctor Álvar Carrillo Gil, que por igual planea una sala de exhibición permanente, para producir publicaciones infantiles y generar diversos talleres de mediación artística.

El objetivo es darle la vuelta a la sentencia de austeridad de la administración federal. “Este año recibimos el presupuesto del INBAL, sólo solicitamos el apoyo adicional de la fundación BBVA para un proyecto especial y estamos claros que, como en todo museo, se necesitan complementos. Pronto activaremos la asociación de amigos, una figura importante”.

Bajo un esquema de invitaciones a curadores y artistas, en diciembre se presenta la nueva museografía conceptualizada como una línea del tiempo que toma la continuidad de la rampa del recinto para llevar al espectador por los tres niveles del edificio –cada uno es una sala– de manera secuencial. Así, el primer piso tendrá la exhibición permanente del acervo fundacional, con una curaduría invitada, a cargo de Luis Felipe Fabre.

Hasta ahora, la colección original se había presentado fragmentada o dentro de otra exhibición, pero no de manera fija. La propuesta es mostrar el periodo del arte moderno, para seguir al segundo piso con exposiciones dedicadas a la transición entre lo moderno y lo contemporáneo. La primera investigación del segundo nivel está a cargo de Mauricio Marcín, curador en jefe del MACG, quien indaga en las prácticas artesanales y artísticas, desde Fernando Gamboa.

El tercer piso se destinará a la experimentación contemporánea de artistas establecidos. La primera será una muestra individual de Galia Eibenschutz (México,1970) compuesta por dibujo y performances.

De esta manera, los niveles del museo se convierten en una suerte de capa geológica para mostrar al público los diferentes momentos del arte.

Y como sucedió en la década de los 90, se han retomado las intervenciones a la fachada del edificio. El primer proyecto es de Pía Camil. “Nos interesa que el museo se vuelva un espacio vivo, siempre lo ha sido, pero al final es muy cerrado, entonces queremos sacarlo a la gente”.

Sobre crecer la colección, Cuevas indica que no es una prioridad en el sentido de que el acervo fundacional lo creó Carrillo Gil sin huecos históricos, o los menos. En tal caso, podría recurrir al programa Pago en Especie para adquirir piezas actuales de artistas activos. Para los museos públicos, dijo, este sistema es la única herramienta para crecer su colección ante la falta de recursos.

ACERVO. Hasta ahora, la colección original se había presentado fragmentada.
FOTO: CORTESÍA MACG

POR SONIA A?VILA

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