Al rescate de las raíces mexicanas

natalia lópez garcía plasma historias en mixteco y asegura que el reto es la falta de apoyo

De acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), en México existen 68 lenguas originarias, pero “si vas con niños de primaria o secundaria y les pides que mencionen autores mexicanos, todos te responderán nombres de escritores en castellano”, afirma Nadia López García.

La escritora y poetisa oaxaqueña es una fiel defensora de la preservación de las lenguas indígenas, pues asegura que éstas son la clave de la identidad cultural: “Es lo que nos distingue como mexicanos, son nuestras raíces y de ahí vinimos”.

La joven de 29 años es ganadora del Premio Nacional de la Juventud 2018, en la categoría de Fortalecimiento a la Cultura Indígena y, a través de su más reciente libro Tikuxi Kaa. El tren –traducido del tu’un savi al castellano– continúa en la lucha por promover las raíces de la lengua.

El tren contiene 10 poemas en mixteco y es publicado por editorial Almadía; sin embargo, López García asegura que uno de los mayores retos para la preservación, es la falta de apoyo de las editoriales: “Son pocas las que se atreven a publicar un libro en lenguas indígenas, ya que el imaginario colectivo de escritores y librerías se incluye muy poco a las lenguas originarias”.

Uno de los elementos más atractivos de este título es el contenido visual, pues cada poema tiene una ilustración a cargo de Cuauhtémoc Wetzka. “Es interesante, porque yo le pasé los poemas para que me hiciera la portada, y cuando recibí su respuesta, había un montón de ilustraciones que me enamoraron por como complementan mis memorias”.

SU RELACIÓN CON LEÓN-PORTILLA

Desde los 17 años, Nadia comenzó a escribir en lenguas originarias, por lo que fue convocada, junto con el poeta náhuatl Natalio Hernández para la serie televisiva Tejiendo raíces y fueron asesorados por el maestro Miguel León-Portilla. “Mucha gente lo conoce por su trabajo en lengua náhuatl, pero descubrí que tiene estudios de la lengua mixteca, los cuales espero que su familia saque a la luz en algún momento.

“A pesar de que yo era muy penosa y decía: ‘Es León Portilla y yo estoy aquí al lado él, no lo puedo creer, sus conversaciones son inigualables’, la relación que tuvimos y el aprendizaje que tome de él es invaluable, jamás lo voy a olvidar”, aseguró la poetisa al recordar cómo fue su trabajo junto al maestro.

POR FANNY ARREOLA

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