La danza del Parachico, síntesis de una cultura

Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, esta celebración abarca todos los ámbitos de la vida local y propicia la convivencia

El tiempo y el universo están ligados al ritual prehispánico de la fertilidad que representan los Parachicos en la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, Chiapas, y que este año coincidió con el eclipse lunar. El ritual se realiza desde el año 1300 a.C, en los días aciagos del calendario vigesimal utilizado por la cultura de los chiapaneca, que llamaban Mu o Nbu; representaban los días muertos, el reordenamiento del mundo, de acuerdo con el investigador Mario Nandayapa. Es en ese contexto calendárico se dan los detalles del ritual. “Fue primeramente una manifestación ritual litúrgica de un culto precortesiano; cayendo después a una leyenda adaptada para darle una justificación mitológica; tal es el caso de la leyenda, devenida de un culto agrario con la aparición, a principios de enero, de la brillante estrella de la constelación ecuatorial de Orión, a la cual se le llamaba Marianyhela (Marianguela), estrella que se venera, como la anunciadora o heraldo de la apertura temporal de ciclo agrícola venidero a mediados de febrero”.   Aquí es donde se origina el ritual de la fertilidad de la tierra, representada en la actualidad por el parachico, que porta un traje negro, una chalina bordada a mano, un sarape, una máscara de madera, un chinchin y una montera. En la danza, el parachico mueve el chinchin simulando que va regando la semilla al tiempo que zapatera para despertar a la tierra. La música con la que danzan es creada por un tambor y un carrizo o pito (como es llamado en Chiapas). El ritual, con el paso del tiempo, se ha convertido en la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo y se le han integrado detalles a la celebración, como la parte religiosa. A decir de Nandayapa, la entrada de los Parachicos a la iglesia tiene 54 años, es relativamente reciente. Cuando los conquistadores buscaban la evangelización, la lengua y su castellanización. “vienen los españoles buscan similares y asocian a San Sebastián con la ritualidad de los chiapanecas”.   De esta manera vinculan el ritual, que previamente fue pagano para los cristianos, con días dedicados a los santos. Pese a los cambios, los chiapacorceños (originarios de Chiapa de Corzo) comparten la tradición, pues se aferran a no dejarla morir al ser la más simbólica del estado. La imagen del parachico es tan representativa que hacen figuras de madera, metal, barro, cerámica ámbar y hasta una estatua en la entrada de Chiapa de Corzo. Los parachicos en la fiesta tradicional de enero de Chiapa de Corzo. POR JENY PASCACIO
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