Amante de la obra de Leonardo Da Vinci y su “Mona Lisa”, de la poesía de Julio Cortázar, así como del arte de María del Carmen Mondragón Valseca mejor conocida como “Nahui Ollin”, la artista visual Elisa Salas aseguró que tanto las letras como el lenguaje oral “van más allá” pues no solo se hacen de manera escrita, los hay de todo tipo a nuestro alcance.
Sobrina del medallista y campeón en clavados Joaquín Capilla y del poeta Juan de Dios Peza, Salas conjuga sus dos pasiones: el dibujo y la escritura para ofrecer “Caligramas oníricos”, una exposición que se presenta en la Galería Espacio Copal de la Ciudad de Oaxaca.
La serie integrada por un total de 13 piezas que cobran vida gracias al uso de herramientas digitales, como la figura de una catrina formada por la caligrafía y cuyas letras son la canción “La Llorona”, que interpreta Chavela Vargas.
También, el “Poema 15, Me gustas cuando callas” de Pablo Neruda, cuyas letras ofrecen la imagen de una hermosa mujer posando de perfil y acompañada de la voz del cantautor español Alejandro Sanz, o bien, las ondas sonoras del escritor y poeta argentino Julio Cortázar, de quien se escucha su voz leyendo el capítulo 7 de su novela “Rayuela”.
En Oaxaca estoy presentando obras que son alebrijes formados por poemas de mi autoría y en tres casos por poemas de tres autores que me gustan mucho: Nezahualcóyotl, Efraín Huerta y Amado Nervo; el resto son mis tuits o poemas.”También presento la forma de una catrina con la canción ‘La llorona’ y que, ante realidad aumentada, se escucha la canción a través de una aplicación”, indicó la autora. “Nahui Ollin” agregó que parte de su propuesta como artista “es darle al caligrama un toque posmoderno y por eso el mezclarlo con artes digitales, realidad aumentada, artes plásticas y graficas”. Considerado como la más importante desarrolladora del caligrama en el país, recuerda que su pasión por este tipo de arte le vino desde muy pequeña, cuando “mi padre me leía cuentos de pequeña y yo hacía dibujos, comics y animaciones, primero en dos dimensiones y luego en plastilina”. “Lo que me llama la atención es la necesidad del ser humano de contar historias, cómo el lenguaje ha pasado de lo oral a lo escrito y toda la relación de nuestra imaginación con las figuras y la palabra es algo que me apasiona. ”En la infancia no sabía si deseaba ser pintora o animadora de Disney, siempre tenía esa inquietud y hubo un momento en el que estando en la Escuela de Escritores, en la clase de Poesías de Vanguardia, vimos los caligramas y dije que eso tenía que ser mi misión”, recordó. Esta rubia talentosa que firma su obra poniendo su nombre al revés y con una pequeña imagen de “La Gioconda”, mencionó que su interés por inmiscuirse en este arte provino hacer una revisión sobre el tema, pero al no encontrar mucha información, optó por escribir esta historia. “Tras investigar sobre caligramas, no encontré mucho; entonces me di a la tarea de realizar más de 100 caligramas por un autor, y pensé: los hare yo”, refirió. Además de la obra de los autores antes mencionados, Elisa Salas posee retratos hechos con su caligrafía de personalidades como Frida Kahlo, la Virgen de Guadalupe y el poeta francés Arthur Rimbaud, así como una mujer pájaro con la poesía de Javier Villaurrutia e incluso del juego de la Lotería, creadores que “mueven algo en mí”. “Estos autores tienen en común que fueron los revolucionarios de las letras y tuvieron un manifiesto sobre querer llevar las letras fuera de los libros y hacia la vida cotidiana. Son personas que admiro mucho porque se dedicaron a romper esquemas y con lo que decía la Academia, en cuanto a técnicas, y a decir no”, señaló. Cuenta que plasmar su obra resulta más que complejo, reflexivo, pues al tener el poema debe pensar en segundo término, la imagen que debe evocar.
A veces me viene primero la imagen y después el poema; otras veces en las que tengo el poema y deseo representar de una manera y me la paso pensando en el poema hasta que se me ocurre la imagen. Muchas de las veces recurro a fotografías de niñas mirando de lado y así voy sacando el negativo”, explicó.En Oaxaca, la artista comparte piezas que ha venido trabajando a partir de estos caligramas, mezclado con la poesía de sus autores favoritos y con textos con los que se identifica o simple y sencillamente le agradan. Multifacética, Salas apuesta a las nuevas tecnologías en su arte al fusionar la realidad aumentada, el arte digital, juego de sombras y luces para generar una imagen tridimensional, la cual se puede apreciar descargando la aplicación HP Reveal. “Busco en el espectador su curiosidad, pues todos tenemos un mundo interno y lo más importante en nuestra vida es no perder nuestra capacidad de asombro, porque en cuanto perdemos la capacidad de extrañamiento, nos aburrimos en la vida y no sabe igual. Para ser feliz, hay que tener la capacidad de asombro despierta”, resaltó. Elisa Salas adelantó que ahora trabaja en un libro donde recopilará estos caligramas y que titulará “Más de 100 caligramas posmodernos”, con la idea de seguir dando vida al espectador y despertar la curiosidad. POR NOTIMEX