Esclavitud de mujeres, a escena

Una mujer encerrada por incesto, una panadera acusada de asesinato y una universitaria que cuestiona el rol del matrimonio en la época actual, estas historias forman parte de Por temor a que cantemos libres, una obra que estrena temporada, del 2 al 25 de marzo en el Foro A Poco No. La puesta está basada en la figura legal de “depósitos de esposas” que existió del siglo XVI al XIX, en el que las mujeres divorciadas, con depresión o acusadas de incesto eran llevadas a juicio y encerradas en conventos, tribunales y hospitales, dijo la actriz Lizeth Rondero, quien realizó la investigación. “Estas historias se basan en los casos reales de juicios. Este sistema pretendía proteger a las mujeres secuestrándolas, tenía el objetivo de cuidar su moral”, dijo Rondero. [gallery size="full" ids="224605,224603,224601,224599,224597"] Junto con el dramaturgo Felipe Rodríguez, eligió los casos más dramáticos que encontraron de aquellas épocas; “es una obra unipersonal; decidimos hacerlo así porque creemos que, a través de una voz, se pueden denunciar distintas historias”, dijo la actriz. Para Rondero es importante visibilizar la esclavitud basada en hechos históricos. “En nuestro contexto, en el que la violencia hacia la mujer continua, el cambio puede lograrse a través de la información para modificar las narrativas de género. En nuestro caso, los personajes no terminan destruidos, por el contrario, van modificando y cuestionado su propia condición”. Por Scarlett Lindero
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