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María, la reina de los monstruos, lo último de Bernardo Fernández Bef

CULTURA

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Bernardo Fernández Bef tenía la idea de El instante amarillo desde hace muchos años, pero no la había podido articular, hasta que se dio cuenta que no hay cómics para niños y para niñas, menos. El ilustrador, autor de Cuello blanco y Hielo negro, es papá de dos pequeñas y una de sus motivaciones fue tener en el librero una historieta para ellas; así nació María, la protagonista que es bulleada por sus gustos y talentos artísticos, y que deberá reconciliarse con su propio "monstruo". ¿Por qué tener una joven como protagonista? -En mis novelas policíacas, las mujeres son protagonistas, y en las tiendas de cómics nunca encontraba qué comprarles a mis hijas. Era una deuda con ellas y, por extensión, con las jóvenes lectoras. María se encuentra con Frankenstein, ¿por qué elegiste este personaje? -Fue un enamoramiento desde chiquillo. Es mi novela favorita, Mary Shelley es mi escritora favorita (mi hija se llama así por ella) y he tenido un crush desde siempre con la criatura. Además, es la historia de un adolescente, como María. Es como una metáfora de la adolescencia. Frankenstein es la obra maestra del papá. Me gusta mucho la alegoría del monstruo, que no se refiere sólo a lo deforme sino a lo prodigioso y a lo peculiar, como esta historia de una niña que a los 13 años está en una encrucijada en la que tiene una revelación y, si bien no sabe lo que quiere, por lo menos va a saber lo que no. Después de leer El instante amarillo, ¿crees que jóvenes lectores busquen a Mary Shelley? -Eso sería un éxito total. Si le da curiosidad a por lo menos un joven, habrá valido la pena todo el trabajo. ¿Por qué utilizaste una referencia a Sylvia Plath como título? -El poema original “Estoy tranquila, estoy tranquila. Es la calma que antecede lo atroz. El instante amarillo previo al azote del viento" es una tragedia para Plath, pero yo lo interpreto como un momento de revelación. En el momento climático de la novela, María tiene una revelación de que ella no pertenece a tal grupo, y esto se puede extender a toda la gente que se dedica a una actividad creativa y que tiene un momento que los catapulta. ¿Es cuando Abrazan a su propio monstruo? -Por supuesto, el monstruo es la imagen de lo diverso, de lo que es diferente, por eso es tan inquietante. ¿Cómo combatimos ese miedo a lo diferente? -Es muy importante educar en la diversidad. Cuando María se da cuenta que es la reina de los monstruos y asume su diversidad, empieza a construir y a tener un motor creativo. El arte y la creación redimen. Por Melissa Moreno / El Heraldo de México