En fechas recientes los casos de Debanhi Escobar, Luz Raquel Padilla y Yolanda Martínez han dado muestra de que la violencia feminicida está presente todos los días. Estos casos han sido emblemáticos por la ausencia de justicia y por la impericia de parte de las autoridades —que por haber realizado investigaciones que distan de ser imparciales y exhaustivas—, han resultado en un patrón de impunidad. Aunque los feminicidios no son el único tipo de violencia que sufren las mujeres. De acuerdo con Angie Contreras, Integrante de Movimientos Feministas y del colectivo Cultivando Género, no sólo es la violencia homicida, hay otros tipos de violencia que dejan daños.
"Es la tentativa de no asesinar, pero lo intento y en este intento dejo daños psicológicos, físicos que le impiden seguir desarrollándose en su vida, te digo que te voy a matar, ya lo hago y te dejo esta marca"
Durante el primer semestre del año, 19 de las 32 entidades del país reportaron haber atendido a 47 mujeres víctimas de quemaduras intencionales. Las entidades de Guanajuato, Veracruz, Estado de México, San Luis Potosí y Campeche concentran el 51% de los casos de mujeres atacadas con elementos como fuego, vapor, sustancias calientes o corrosivas. Estos casos suelen ser minimizados por el sistema de justicia, a pesar de los daños que genera.
Para la activista la violencia contra la mujer no sólo se ha incrementado, también ha cambiado con el paso del tiempo.
"Aquí en Aguascalientes los femicidios se han dado a mujeres de municipios de periferia y mujeres jóvenes, pero también ha incrementado e uso armas de fuego. Es decir, la forma violenta agresiva está incrementando"
Los datos del Secretariado Ejecutivo confirman lo que señala la activista. Durante el primer semestre del 2022 los feminicidios con arma de fuego se incrementaron 22% en comparación con el 2021. Además, la tendencia revela que los feminicidios por arma de fuego van en aumento año con año, ya que durante la primera mitad del 2015 se registraron 19, en comparación con los 122 de este año. Si bien el Estado, a través de sus tres niveles de gobierno ha tomado acciones para atender la violencia contra las mujeres; las cifras y los casos recientes han dado muestra que las acciones no han sido suficientes, y más cuando es su obligación el responder a la violencia estructural y sistemática que viven ellas.
Para la activista, urgen que escuchen a las expertas y reforzar el tema de la prevención.
