Dicen los que recuerdan, que en tres décadas un secretario de Gobernación Federal o por lo menos algún funcionario de esa envergadura no había pisado el Congreso del Estado de Aguascalientes, ya no digamos abrir el debate público con los legisladores de esta entidad.
Adán Augusto López Hernández llegó el recinto legislativo hidrocálido pasadas las 11 de la mañana. Era su día, la visita del secretario del momento, el que durante las últimas semanas ha recorrido estado por estado cada Congreso local del país, llevando consigo la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador para que se apruebe la reforma constitucional que alargará hasta el año 2028 el apoyo del ejército en tareas de seguridad pública.
Si bien, la cita en tierras hidrocálidas representaba un mero trámite, dado que la reforma ya alcanzó el aval de 17 legislaturas como lo marca la ley, parece importante para el régimen de la 4T no dejar lugar a dudas de que todo el país ha cerrado filas en torno a un intento más por frenar la actividad del crimen organizado en el país.
La primera en hablar frente al secretario fue la gobernadora del estado, la panista Teresa Jiménez. Ella, con un discurso fuerte pero conciliador, sabiendo muy seguramente lo que le conviene, se guardó las arengas de su partido contra el gobierno federal, y emitió una retórica de colaboración con la federación, “dejo mi mano tendida”, le dijo al secretario.
El segundo en tribuna fue Adán Augusto. No desentonó con su ya conocido estilo: tranquilo, sereno, sin exalto, pero con líneas precisas y directas. Él llamó a los diputados aguascalentenses a hacer conciencia y se dijo sabedor de que existe una línea política dictada por su dirigencia nacional, línea que por la relevancia del asunto en turno debería de ser dejada de lado.
En su uso de la voz, la líder de la bancada de Morena, Ana Gómez, dio palabras de total respaldo al titular de gobernación y mandó un mensaje de parte de los hidrocálidos al presidente López Obrador.
El debate comenzó a encenderse cuando el diputado del PRD, Emmanuel Sánchez Nájera, hizo uso de la palabra “dictadura” para definir la situación actual del país.
Ya en su réplica el Secretario de Gobernación le respondió al perredista que estaba un poco perdido o confundido, ya que, le recordó, México es un país democrático.
En el Congreso, el saldo para Adán Augusto pareció ser positivo; a pesar de haber entrado a una caldera de mayoría panista, el auditorio en general respondía bien al secretario y le aplaudía constantemente en los tramos destacados de su discurso.
Pasado el mediodía hubo cambio de Palacio, Adán Augusto López cruzaba la avenida madero dejando detrás el legislativo para ingresar al Palacio de Gobierno, acompañado de morenistas de talla nacional incondicionales para él, como Arturo Ávila, Alejandra Peña, Andrea Chávez, entre otros.
Adán Augusto López Hernández terminó su travesía en tierras hidrocálidas con un diálogo con la sociedad civil y los empresarios; saldo positivo dio la impresión. Saldo positivo en un estadio donde especialmente los de la 4T juegan de visitantes.
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