“Tu cuerpo al sepulcro, tu alma con Dios, y tu recuerdo en mi corazón…”, se lee en el panteón de la Cruz; uno de los camposantos más antiguos de nuestro estado y en donde se encuentran sepultados los restos de algunos gobernadores y personalidades importantes de Aguascalientes.
“Personajes como Edmundo Gámez Orozco, parte de la familia Douglas está también sepultada en el panteón. El panteón fue utilizado también, dentro de lo que fue la Soberana Convención Revolucionaria cuando está en Aguascalientes, también hay un área de revolucionarios que fue utilizada como paredón dentro del panteón”.
“En la portada para la entrada del panteón de la Cruz tenemos una Omega hecha en cantera, esa fue construida por Refugio Reyes Rivas que fue el arquitecto autodidacta que también construye el templo de San Antonio, también hace la renovación del teatro Morelos”.
Una de las historias y leyendas representativas entre los aguascalentenses es la del “Niño Chavita”, quien falleció cuando al parecer contaba con ocho años de edad. Mucha gente acude a su tumba para pedirle favores que van desde erradicar la enfermedad de algún familiar hasta solicitar que cuiden a una persona que se haya ido de “mojado” a los Estados Unidos, y a cambio le llevan muchos juguetes, los cuales se pueden observar a los alrededores del sepulcro.
“Del ‘Niño Chavita’ podemos decir que es un niño al que mucha gente, sobre todo chavos que están estudiando, van y se encomiendan con el ‘Niño Chavita’ para obtener el milagro de pasar algún examen o que les vaya bien en sus materias.”
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