Estamos en el marco del mes en el que se conmemora el día internacional de los derechos de la mujer. Sin duda mucho se ha logrado, mucho camino se ha andado y aunque la tecnología ha sido una gran aliada, también ha fungido como una herramienta más para quien quiere hacer daño. La violencia digital contra las mujeres es un problema cada vez más grave en la sociedad actual. Se lleva a cabo a través de medios digitales como internet y redes sociales, y sus consecuencias pueden ser devastadoras.
La violencia digital contra las mujeres puede tomar muchas formas, como acoso en línea, difusión de imágenes íntimas sin consentimiento, así como la intimidación. Estas formas de violencia son extremadamente dañinas para las mujeres y pueden tener efectos a largo plazo en su salud mental y emocional.
Es importante prevenirlo y una forma de hacerlo es mediante la educación. Es esencial que las personas entiendan la gravedad del problema y las consecuencias que puede tener. La educación previene la violencia, pues enseña cómo comportarse de forma respetuosa y responsable.
La legislación es otra forma de prevención. Los gobiernos pueden promulgar leyes que hagan que la violencia digital en contra de las mujeres sea un delito, y que se establezcan sanciones para aquellos que las perpetren. Estas leyes pueden ayudar a disuadir a las personas de cometer violencia digital y a hacer que se responsabilicen de sus acciones.
El apoyo a las víctimas es fundamental para combatir este tipo de violencia y para ayudar a recuperarse. Se necesitan servicios disponibles que ayuden a superar la experiencia.
La Ley Púrpura, también conocida como Ley Olimpia, es una iniciativa legislativa que busca prevenir y sancionar la violencia digital de género. Lleva el nombre de la actriz mexicana Olimpia Coral, quien fue víctima de difusión de imágenes íntimas sin su consentimiento, por lo cual hizo una campaña en línea para demandar justicia y prevenir la violencia digital en contra de las mujeres.
Esta ley se aprobó en México en abril de 2021 y establece que la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento será considerada como una forma de violencia digital, y se establecen sanciones para aquellos que la perpetren. Además, la ley exige a las plataformas digitales eliminar este tipo de contenido en un plazo máximo de 24 horas después de haber sido notificados. También se crea un registro nacional de agresores sexuales, que incluirá a aquellas personas que hayan sido condenadas por delitos relacionados con la violencia de género. Sin duda, un paso importante de la lucha contra la violencia digital de género.
En este tema, el capricho millonario es trabajar para cambiar la cultura social que permite que la violencia digital contra las mujeres exista. Se debe crear un clima de respeto y seguridad para todas las personas independientemente de su género. Promover la diversidad, la inclusión en línea y la creación de comunidades que sean seguras y acogedoras para todos.
Como todos los tipos de violencia, este también es grave y va en aumento en nuestra sociedad. Al trabajar juntos, sociedad y gobierno, tenemos muchas más posibilidades de crear un futuro en línea que sea más seguro para todos.
POR BRENDA JAET
MAAZ