Uno de los problemas más importantes y menos visibilizados en estos tiempos son los incendios forestales y de pastizales en todo el mundo. Miles de hectáreas son arrasadas por el fuego, lo mismo en California que en Australia o en México.
Los incendios se generan y expanden a gran velocidad dejando a su paso destrucción, erosión, daños a nuestra salud por el humo, mala calidad del aire, el cambio climático que trae de la mano falta de lluvias y afectaciones y muerte para la fauna y vida silvestre.
¿Por qué la capa de ozono está en riesgo?
Los incendios en su mayoría son provocados, así lo informa la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), quien alude a que se han encontrado frascos, botellas de alcohol, encendedores, por lo que estos siniestros en su mayoría son vandalismo por parte de la ciudadanía y se propagan especialmente durante los meses de abril y mayo.
En lo que va de este año 2023 se tienen registrados más de 400 incendios forestales y de pastizales en la Ciudad de México, además el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronostica que para la temporada de calor existan más de 2 mil incendios en el Valle de México, de los cuales 900 podrían ser en la Ciudad de México.
Sin duda, los incendios forestales y de pastizales son un tema delicado e importante de visibilizar e informar con el fin de combatirlos también nosotros como ciudadanos, la manera exponencial en la que estos siniestros se están presentando cada vez más en nuestro país y en todo el mundo es increíble, uno de los casos más impactantes es en Australia en donde científicos han descubierto que como resultado de los incendios del verano de 2019 y 2020, el agujero de la capa de ozono en este país se agrandó 10 por ciento.
Cuidar a los bosques
Recordemos que encima de nosotros está la estratosfera, en donde se encuentra el ozono (O3), mejor conocida como capa de ozono, la cual nos cubre y ayuda como filtro de la radiación ultravioleta, y que, sin este compuesto, la vida no existiría en el planeta tierra.
El caso de Australia es una advertencia mundial sobre este terrible problema que nosotros como humanos hemos causado durante décadas, y que, si no cambiamos y tratamos de ayudar al planeta, podríamos terminar con un daño irremediable.
Algunas acciones que podemos tomar y que nos sugieren los expertos son: no encender cigarros, fogatas, cerillos, encendedores o lanzar colillas a los pastizales y fauna, no tirar fragmentos de botellas, espejos o vidrios y no realizar quemas por pastoreo y/o agrícolas.
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