ESCRIBIÓ SOBRE SU TRAGEDIA

El duro camino de Patricio Gutiérrez para superar el alcohol y escribir El Arte de mentir: "Odiaba mi vida"

El autor contó cómo tuvo que pasar varios años mintiéndole a los que amaba para ocultarse de sí mismo

El duro camino de Patricio Gutiérrez para superar el alcohol y escribir El Arte de mentir: "Odiaba mi vida"

El autor de El arte de mentir, Patricio Gutiérrez, tuvo una conversación con Alejandro Cacho y Paulina Greenham a través de la señal de televisión de El Heraldo Media Group para hablar de su experiencia que lo llevó a crear este libro. 

De inicio, el escritor confesó estar en recuperación tras haber vivido la adicción al alcohol, situación que lo hizo entender cómo se vive fingiendo y teniendo una doble vida que lo orilló a caer en la dependencia de esta sustancia

Aseguró que este tipo de condiciones ocasiona que las personas, independientemente de su personalidad, tengan que ocultar su realidad con los demás, lo cual conlleva otros problemas más serios.

Confesó que incluso antes de entrar en el consumo de las bebidas embriagantes se enfrentó a tener que poner un muro entre él y la verdad. Las envidias, el resentimiento y otras situaciones afines a estas, indicó, fueron una causa directa para que perdiera el control.

"Encuentras una fuga perfecta, ya diferente, cambia y es cuando te empiezas a transformar", dijo. 

Fue perseguido por personas a las que les debía dinero.

La dura experiencia que lo cambió

Como todas las personas que superan las adicciones, Patricio Gutiérrez tuvo que enfrentarse a la experiencia de tocar fondo. El suyo fue encontrarse en la calle y sin esperanzas un 14 de septiembre de 2002.

A 20 años de esa situación, recuerda que ese momento fue vital para su cambio, debido a que decidió anexarse. Pese a las complicaciones que vivía, el motivo para entrar en un centro de rehabilitación no querer recuperarse de la adicción, sino que quería esconderse y alejarse de todos, pues sentía vergüenza de sí mismo y no tenía intenciones de seguir viviendo.

"Hice todo lo posible para terminar mal", dijo. 

Una vez que pasó el tiempo dentro de este lugar, contó, tuvo un despertar espiritual que lo hizo entender que no se encontraba bien. Pasó tres meses en este sitio para empezar a entender que podía cambiar. 

Destacó que las familias son parte vital del proceso, pues muchos de los internos se sienten prisioneros durante su proceso y en otros casos son los parientes los que evitan la recuperación por sacarlos antes de tiempo. 

Destacó que El Arte de mentir es una obra que ofrece esperanza a la gente y brinda las experiencias de las que responsabilizó a los demás durante años hasta que aprendió de su propio caso. 

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