Las palabras acompañan al sexo y el sexo se deja llevar por las palabras. Todo un baile “chispeante” de vocablos que corren por las redes sociales y que una vez descubiertos, nos revelan nuevas facetas personales, son el caso de: leñasexual, sapiosexual, demisexual o spornosexual.
“Lo que no se nombra no existe. Necesitamos una etiqueta para identificar, clasificar y agrupar, y sobre todo para visibilizar” explica en entrevista para la agencia Efe, María Pilar Úcar Ventura, doctora en Ciencias de la Educación, licenciada en Filología Hispánica y profesora de Lengua Española en la Universidad Pontificia Comillas, en Madrid.
Pero todos estos “palabros tan excitantes”, advierte Úcar Ventura, no están reconocidos por la Real Academia de la Lengua Española. En este grupo hace mención la lingüista a leñasexual, sapiosexual y demisexual y considera que el metrosexual está desfasado y ahora se lleva el spornosexual.
Qué es leñasexual, sapiosexual o demisexual
- Demisexual: el que sólo siente atracción sexual por alguien con quien tiene vínculo emocional.
- Sapiosexual: quien se excita con las conversaciones inteligentes y huye del cortejo rutinario y se enciende con mentes audaces.
- Leñasexual: la rudeza atractiva del aspecto leñador, barbudo y ataviado con camisa a cuadros.
- Spornosexual: es un neologismo que hace referencia a las personas que cuidan hasta el extremo su aspecto físico, llevan tatuajes y piercings y poca ropa para exhibir su cuerpo y aderezos.
El lenguaje nos define
“Las palabras cuentan e importan, expresan sentimientos, comunican, informan, son espejo de la realidad“, asegura la especialista. Pero algunos de estos nuevos vocablos están muy ligados a las redes; en ellas, “hay mucho dónde exhibir y también que decir” .
Para Úcar todo este fenómeno terminológico tiene algo que ver con la sociedad a la que pertenecemos: el culto al yo, al ego, con una mirada puesta en el otro.
El lenguaje de las redes es un “yo, me mi, conmigo, un lenguaje que abusa de los pronombres, que refleja la necesidad psicológica de marcar tu personalidad frente al otro”. Y hoy las redes son el canal más rápido para comunicarse “y el afán de compartir y mostrar que estás ahí tiene mucho tirón”.
Es, concluye, una “inflamación del yo, una necesidad de marcar la diferencia, de que el otro te vea” y junto a las imágenes que se cuelgan están las palabras, asegura la doctora.
Con información de Efe.
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