El sitio es uno de los lugares más enigmáticos de todo el orbe por toda la serie de anécdotas, teorías y relatos fantásticos que han nutrido a la literatura, el cine, la televisión y desde luego a la ciencia.
Nos referimos al famoso Triángulo de las Bermudas, localizado entre los límites de las Islas Bermudas, Florida y Puerto Rico, en el mar Caribe, con cerca de 1.1 millones de kilómetros cuadrados y en el que se ha reportado la desaparición de cientos de barcos, varios aviones y con ello miles de personas a lo largo de los tiempos.
La zona es reconocida como un verdadero enigma para la ciencia, y la pregunta obligada es ¿qué es lo que guarda esa zona del planeta?
La respuesta a esa pregunta trata de ser respondida por un científico australiano que maneja dos distintas teorías sobre lo que puede suceder en el inmenso azul del Océano Atlántico.
Más allá de teorías sobre seres sobrenaturales, un vórtice dimensional que podría ser un portal para cruzar en el tiempo, seres extraterrestres o la cuna de la Atlántida, lo cierto es que la zona es una de las más alejadas entre costa y costa del continente americano y además conlleva una serie de condiciones atmosféricas que no son las mejores tanto para la navegación como para las rutas aéreas, en una zona muy densa de tráfico aéreo y marítimo.
El profesor Karl Kruszelnicki indicó en una breve entrevista con The Mirror, señaló que no hay ningún misterio sobre las desapariciones de algunas embarcaciones en esa zona, ya que al ser un área en la que convergen miles de operaciones aéreas y marítimas es muy probable que alguna de ellas sufra algún problemas si se alejan de la costa más cercana de dónde salieron o hacía donde se dirigen.
La ciencia al rescate
Kruszelnicki está muy convencido de que los extraños sucesos como el primer caso que se tiene documentado, el vuelo 19 (que ha sido motivo de guion de cine), en el que varios aviones de guerra desaparecieron luego de salir de Fort Lauderdale en la Florida y del hidroavión que salió para buscarlos, que también desapareció, se debió a una serie de eventos desafortunados y muy probablemente a una falta de pericia de los pilotos.
De acuerdo con el australiano, los aviones se alejaron demasiado de la línea de costa, y en lugar de dirigirse de regreso a la Florida, se alejaron y se introdujeron hacía una zona de mar abierto (y más profundo), además se informó en aquel momento que el vuelo se había llevado a cabo en condiciones óptimas, sin embargo, esto no fue del todo cierto, se habla que las condiciones meteorológicas fueron adversas e incluso con olas por encima de los 15 metros de altura.
El único piloto con experiencia de aquella misión de “rutina” creyó que su brújula fallaba y que estaba sobre los Cayos de Florida, pero un análisis posterior realizado por el personal de tierra mostró que estaba al sureste, cerca de una isla en las Bahamas, lo que sugiere que perdieron totalmente la ubicación y quizá por la falta de combustible tuvieron un desenlace fatal.
En cuanto al hidroavión que acudió al rescate, se informó que este desapareció, sin embargo, el experto australiano, manifestó que otros informes indican que la aeronave explotó por los aires.
Finalmente, otra teoría que podría ayudar a desmitificar lo que se dice sobre esa zona, sugiere que contrario a lo que Steven Spielberg mostró en “Encuentros cercanos del tercer tipo”, película en la que los tripulantes del vuelo eran secuestrados por extraterrestres en un denso color azul del mar, en realidad coincide con liberaciones explosivas de gas metano que se encuentra atrapado como hidrato de metano dentro de una burbuja helada de moléculas de agua debajo del lecho marino de las profundidades del Océano Atlántico.
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