Yilaidis Villalobos tuvo que tomar una dura decisión: dejar a su hijo en los Estados Unidos durante tres años para prepararse en su profesión como odontóloga. No sabía lo que el destino le tenía preparado.
Y es que, en su época como universitaria, al poco tiempo de estar residenciada en República Dominicana para estudiar en la Universidad Iberoamericana, conoció al amor de su vida, el doctor Mario García Cáceres.
Pasó poco tiempo para que ambos se enamorarán y planearan una vida juntos. Oriundo de España, Mario García Cáceres, acompañó a su amada novia a los Estados Unidos. Ahora, la disciplina de ambos dentistas fue indispensable para alcanzar el éxito.
Las horas sin dormir y el esfuerzo continuo permitieron que la pareja creciera en el ámbito empresarial. En Miami, Estados Unidos, consiguieron fundar su primera clínica, llamada Dental fitness.
El nombre de su clínica dental, ya rondaba en la mente del español desde hace mucho tiempo. Dicho por él mismo, cuando era más joven, le encantaba pasar su tiempo libre practicando algún ejercicio, amaba el mundo fitness y de allí surgió el nombre para su emprendimiento.
Compaginar el trabajo con la vida personal no fue fácil. Dentro de la clínica son la doctora y el doctor, son prudentes al momento de revelar su amor y dejan las muestras de cariño cómo matrimonio cuando salen del trabajo.
A pesar de ello, la doctora de origen cubano admitió que lo más difícil de trabajar con su esposo es manejar la situación cuando el doctor desea hacer las cosas a su criterio. Desde su perspectiva, cada doctor tiene una teoría distinta con el mismo objetivo de ofrecer lo mejor a sus pacientes.
Al final del día los esposos se empeñan en buscar el equilibrio. Desde la óptica de la doctora, trabajar en compañía de su esposo es un crecimiento continuo dónde ambos se complementan como profesionales.
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