En el lenguaje que se utiliza de forma coloquial en México existe una gran variedad de frases en las que se habla de comida, platillos y en general del arte culinario. Una de estas es la expresión "el horno no está para bollos", de la cual muchos desconocen su significado y origen.
El español es la lengua común para gran parte de Latinoamérica y los países de habla hispana, pero cada país o región suele incorporar palabras o frases particulares que sólo se comprende bien dentro de la zona. México ha sido escenario de un proceso de intercambios culturales a lo largo de su historia, lo que ha creado una gran variedad de expresiones.
En México existen muchas frases que hemos vuelto parte de nuestra forma de comunicarnos, y uno de las principales actividades que ha originado expresiones coloquiales es la cocina.
¿Cuál es el origen de la frase?
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra bollo como "pieza esponjosa hecha con masa de harina y agua y cocida al horno", cuyos ingredientes principales son leche, mantequilla y huevos. Y específica que en México se refiera a un pan en forma de cubilete, así como a una pasta hecha de cacao molido y pinole.
Sin embargo, de acuerdo con algunos medios como 20 minutos, el origen de la popular frase hace referencia a un tipo de pan especial. Un bollo dulce elaborado a base de harina y azúcar y que se horneaba solo en ocasiones especiales y requería de un hornado también específico.
"Para que la cocción de estos fuese perfecta hacía falta que el horno tuviese una temperatura específica, lo que hacía que no se pudiese cocinar o meter en cualquier momento, ya que no se garantizaba el éxito a la hora de elaborarlos", explican.
Significado de "El horno no está para bollos"
“El horno no está para bollos” es una expresión que significa que se está en una situación tensa, complicada, difícil y no conviene forzarla más, o que se haga algo que pueda aumentar más esa complicación o dificultad.
Cuando un horno se ha calentado demasiado no es recomendable colocar en su interior los bollos para hacer un tipo especial de pan, pues la masa se quemará por fuera y el interior quedará crudo, por lo que la expresión hace referencia a que es mejor esperar una ocasión más favorable, cuando la "temperatura" haya disminuido.
También es usada en México y otras partes del mundo, de forma coloquial, para decirle a alguien que es mejor esperar otro momento para hacer o pedir algo. Porque la situación no es la apropiada o la persona a quien se tiene que dirigir está enojada o impaciente.