Tener plantas en casa se ha convertido en uno de los pasatiempos preferidos de muchas personas, y se convierte pronto en un atractivo hábito que conduce a seguir adquiriendo más productos; esto también implica dedicarles tiempo, atención y cuidados para verlas crecer, trasplantarlas e incluso que puedan multiplicarse.
Si bien, no es una responsabilidad tan exigente como tener un perrito en casa, si requieren de pequeños cuidados para que se conserven en buen estado y no mueran. Sin duda una de las plantas más populares son las suculentas, en sus diferentes variedades, son unas hermosas plantas que encajan en cualquier espacio y que si se protegen bien pueden crecer y brindar mucha satisfacción.
Es cierto que este tipo de planta es bastante fácil de cuidar, sin embargo, también pueden presentar algunos inconvenientes que afecten su salud, mismos que si se descuidan también pueden ocasionar su muerte, es por ello que enlistamos una serie de consejos útiles para que tus suculentas tengan una larga y saludable vida, te ayudará a identificar ciertos problemas que pueda presentar así como a evitarlos.
Tips para darles una larga vida a tus suculentas

Uno de los primeros detalles que te pueden alertar acerca de la salud de tus suculentas son sus hojas, si notas que se caen, tienes que revisar sus raíces y cerciorarte que estén saludables. Esto lo podrás notar corroborando que el tallo no tenga manchas negras. Si las tienes es probable que la planta se esté pudriendo; en este caso corta el tallo en esa parte y deja secar la tierra por una semana. Después, vuelve a revisar y si todo está bien vuelve a plantar tu suculenta en una maceta con buen drenaje.
Verifica la humedad del suelo; si encuentras hojas marchitas o arrugadas es probable que no la estés regando lo suficiente, como sugerencia revisa siempre el suelo para de esta manera verificar su humedad. Si el suelo está húmedo, espera a que esté seco para regarla. Utiliza una rutina de riego ya que esto beneficiará a tu suculenta; hay algunas que se deben regar únicamente en la raíz y otras a las que se les deja caer el agua sobre sus hojas y así gotee hasta el suelo.

Lleva un control de tu técnica de riego para que tu suculenta no tenga exceso de agua planta y se enferme o muera. Puedes utilizar un aspersor o una regadera especial para plantas. Otro consejo es revisar constantemente el color de sus hojas, ya que si percibes un cambio es probable que a tu planta le falten nutrientes. Considera que la tierra en donde esté plantada tu suculenta sea la adecuada y tenga los nutrientes adecuados. En caso que le falten nutrientes puedes optar por un fertilizante químico o por un fertilizante natural.
Asegúrate además que tu suculenta esté recibiendo suficiente sol, vigila los cambios en tu planta, sobre todo en las hojas ya que si cuenta con puntos negros es probable que las hojas se queden húmedas después del riego y al no recibir el sol necesario no se evaporan; revisa que siempre estén sus hojas estén secas y así evitarás los puntos negros. Si la suculenta está recibiendo sol en exceso te darás cuenta cuando el color de sus hojas pierdan intensidad.

En este momento cambia la planta de ubicación y asegúrate de que reciba luz solar pero no de manera directa o con mucha intensidad; es decir, puede recibir la luz filtrada por una ventana o reflejada. Si notas que las hojas de tu suculenta se están deformado hacia su fuente de luz, es posible que requiera más luz solar. En estos casos puedes acercarla a la luz solar de manera gradual para evitar que le cambio le afecte.
Evita que las hojas secas caigan al suelo de tu suculenta, recógelas antes y revisa constantemente, ya que pueden atraer plagas e insectos. Todos estos consejos incentivan a interactuar y conocer más a tu planta, ya que así sabrás qué cantidad de luz necesita, qué tipo de riego es el más idóneo e incluso podrás descubrir si tu planta es monocárpica, es decir, aquellas que mueren tras florecer, por lo cual si llega a ocurrir esto no tendrás por qué sentirte mal.