El 24 de agosto es un día en el que se deben tener precauciones, pues las actividades cotidianas pueden representar un peligro mucho mayor. En muchas regiones del país, la creencia de que no se puede jugar con cerillos o utilizar cuchillos durante esta fecha para evitar una desgracia se ha transmitido de generación en generación. Otras de las recomendaciones es que se debe evitar estar cerca de rifles, pistolas, machetes, subirse a un árbol o meterse al agua.
De acuerdo con la creencia popular, estas actividades deben evitarse a toda costa porque, al ser día de San Bartolo, el Diablo anda suelto desde las 11:00 de la noche del 23 de agosto. Cuenta la leyenda que la señal de que esto sucede es una fuerte lluvia, acompañada de descargas eléctricas y fuertes vientos, como pudimos experimentar durante los últimos días en gran parte del país, debido al paso del huracán "Grace".
Cosas inexplicables
A partir de esa hora, las situaciones paranormales comienzan a ocurrir de manera repentina. Por ejemplo, una de las versiones más populares de este día es que, si las personas entran a una cueva, pueden quedar atrapadas muchos años, salir con más años de los que se tenían o salir de ella con la misma edad para darse cuenta de que el tiempo avanzó rápidamente y la generación a la que pertenecían ya envejeció.
Otra de las señales de que el diablo anda suelto es que las mujeres se encuentran a un hombre, aparentemente respetable, que intenta conquistarlas, por lo que este día no es recomendable salir de casa. Además, se dice que durante el 24 de agosto las flores pierden su olor, como ocurre con la flor llamada "pericón", utilizada comúnmente para preparar elotes hervidos. Las generaciones más antiguas aseguraban que, de querer usar este ingrediente, debía recolectarse días antes para que cumpliera con su función.
¿A qué se debe esta leyenda?
Se cuenta que San Bartolomé era dueño del valle de Chicama, una región repleta de riquezas que provocó la envidia del demonio, quien decidió implementar una estrategia para quedarse con cada uno de los tesoros que se encontraban en el territorio. El diablo optó por retar al apóstol a una carrera cuya premisa consistía en que el ganador se quedaría con todo. San Bartolomé aceptó y empezó la competencia.
Sin embargo, a la altura del monte Gasñape, el diablo comenzó a tener una fuerte ventaja sobre San Bartolomé, quien decidió pedir la ayuda de Dios para lograr con su objetivo de vencer al demonio y quedarse con lo que le correspondía desde el principio. Dios lo ayudó y San Bartolomé logró dar un gran salto de orilla a orilla del río, lo que le otorgó una ventaja superior a la que había obtenido su rival. El diablo quiso hacer lo mismo, pero no lo logró, pues resbaló y cayó al río.
¿Quién es San Bartolomé?
San Bartolomé, también conocido como Natanael, fue uno de los 12 Apóstoles de Jesús, razón por la que es mencionado en los tres evangelios sinópticos. Conocido como el más rebelde de todos, se cree que dicho personaje apareció en el Mar de Tiberiades después de que Jesús resucitara, por lo que fue testigo del momento conocido como la ascensión. La representación de San Bartolomé en el arte suele tener elementos como un largo manto blanco, un libro y un cuchillo, mismo que hace alusión a su martirio.
De acuerdo con la historia del santo, San Bartolomé fue desollado vivo, por órdenes de Astiages, rey de Armenia y hermano del rey Polimio a quien San Bartolomé había convertido al cristianismo. Ante la presunta rebeldía de Bartolomé por adorar a Dios, el rey ordenó que le arrancaran la piel hasta que renunciara a sus creencias o muriese. San Bartolomé es patrón de los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros, sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros.