En México existen muchas leyendas desde antes de los tiempos de la conquista española. Un ejemplo es la de la Llorona, relato que ha pasado de generación en generación por todo el territorio nacional.
Otra de ellas es la del Alcuiz, un animal parecido al de un perro y que atormentaba a los pobladores de Colima. Este personaje ha inspirado a gran parte de los colimenses y hasta lo han llevado la historia al teatro.
¿Cuál es la historia del Alcuiz?
Cuenta la leyenda que la bestia merodea entre los bosques y las montañas del estado. Como cuidando su territorio, el animal provocará un indescriptible terror a los que osen pisar aquellos lares.
La historia indica que, al caer la noche, el Alcuiz bajaba a los pueblos para atormentar a los lugareños. Si por desgracia y mala fortuna alguien se encontraba con su figura a esas hora, su paradero terminaba siendo un misterio, aunque creen que los llevaba a una guardia en el monte.
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El relato también señala que el perro salvaje era tan atroz que provocaba una enfermedad desconocida, haciendo que las personas sufrieran de calentura y vómito. Todo esto por el simple hecho de pasear cerca de las calles o viviendas.
Esto generó el hartazgo de la gente y, un día, decidieron cazarlo. Con odio en sus manos, lo buscaron en el valle hasta que lo hallaron, lo ataron, golpearon y lo bajaron a la iglesia Suchitán.
En el recinto, el padre lo baño con agua bendita para que el demonio saliera de su cuerpo y los dejara de atormentar. Sin embargo, el animal solo se enfureció y logró desprenderse de sus ataduras.
Después de huir de sus agresores, el Alcuiz fue a su guarida oculta en los bosques de Colima. Cuentan que la molestia bestia sigue acechando a quienes se atreven a adelantarse a sus tierras.
EAA