GASTRONOMÍA MEXICANA

¿Qué es el odre y por qué se les relaciona con la frase "vienes hasta las manitas"?

Aquí te contamos los detalles detrás de esta expresión muy popular durante el siglo XIX

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odres.FOTO: ESPECIAL

El pulque es una bebida típica de la tradición mexicana, de hecho es muy conocida y popular la expresión de que esta es la bebida de los dioses, por lo que ha jugado un papel importante en la historia desde la época prehispánica, ya que era una bebida muy apreciada en el imperio mexica.

Esta bebida alcohólica se obtiene de las pencas del maguey, justo cuando éste ya se encuentra maduro, así se le arranca el corazón a la planta y se raspa hasta lograr una cavidad de la que días después emerge el aguamiel de las pencas, esto en un periodo que lleva meses.

Dada la popularidad de está bebida que ha trascendido hasta nuestro días, surgieron las pulquerías, uno lugares de reunión en los que se acostumbraba jugar a la rayuela, a los dados y a la baraja española mientras se escuchaba la música y se bebía el pulque.

Se tiene registro de las famosas pulquerías gracias a los archivos de la mediateca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de estos documentos y fotografías se sabe que después de la Conquista, estás fueron muy famosas, de hecho en la Ciudad de México había casi una pulquería por calle.

En las fotografías que se han archivado a lo largo de los años se pude ver a los bebedores de pulque con unos costales, de las que se sabe son odres, unas bolsas hechas con la piel curtida de los chivos o cerdos desollados.

La piel que iba completa era sellada por las extremidades con cáñamo; así sólo se dejaba libre la parte donde estaba la cabeza del animal, lo cual permitía que estas bolsas funcionaran como una herramienta para el proceso de la elaboración del pulque pues el odre se llenaba con el aguamiel y se transportaba para la fermentación en las haciendas pulqueras.

Para indicar que el odre estaba lleno, los comerciantes del pulque decían que estos estaban “hasta las manitas”, así con el paso del tiempo esta frase del siglo XIX transformó su uso, pues después ésta hacía referencia a cuando alguien bebía alcohol y se la pasaban las copas por lo que alcanzaba su propio límite.

pgh