El famoso refresco de cola, nombrado Coca-Cola, patentó su fórmula el 21 de enero de 1893, con el objetivo de ser comercializada y expandida hasta llegar a ser la referencia cultural a nivel mundial que es hoy, pero en el pasado, un farmacéutico inventó este producto con una idea totalmente diferente.
La historia comenzó en Atlanta, lugar donde, cuenta la leyenda, se guarda la fórmula secreta en la bóveda de un banco a la cuál muy pocos tienen acceso. El farmacéutico John S. Pemberton era un militar retirado que gustaba de experimentar con productos comerciales y hacer creaciones novedosas que iban desde energéticos, tintes y píldoras para el hígado.
¿Refresco medicinal?
El farmacéutico, Pemberton, buscó una fórmula para un jarabe medicinal que tuviera propiedades con energía, así como un auxiliar para la digestión. En realidad, tenía en mente crear algo muy parecido a los efectos del café pero con un sabor diferente.
En 1886, el farmacéutico e inventor optó por utilizar la hoja de coca de Sudamérica y la nuez de cola de África, entre otros ingredientes “secretos”. Esa sería en esencia la fórmula de aquel jarabe, pero faltaría el toque del tendero de las famosas fuentes de sodas de aquellos años.
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Las fuentes de sodas se especializaban en vender helados y agua carbonatada con sabores, o sea, refrescos, como los conocemos hoy. Las personas que atendían estos locales se conocían como soda jerks, y estos personajes también se encargaban de preparar las bebidas, no solo de servirlas.
Fue a uno de estos soda jerks a quien se le ocurrió que aquel jarabe podría ir bien con un poco de agua carbonatada. La mezcla resultó un éxito. En ese momento se había inventado la Coca-Cola.
The Coca-Cola Company, se fundó en 1891, dos décadas después se registró la marca y su expansión por el mundo creció rápidamente hasta llegar a lo que hoy es.
dgp