Los faraones eran la autoridad máxima en el viejo Egipto, por lo que se construían pirámides para honrarlos. Pero ahora, después de muchos años, los científicos revelaron que uno de los faraones pudo haber muerto de una forma escalofriante, ya que pudo se masacrado por sus enemigos en el campo de batalla en el siglo XVI A.C.
El estudio publicado en la revista Frontiers and Madicine reveló que Seqenenre-Taa-II tuvo una muerte espantosa, es decir, peor a lo que ya se conocía; pero con este nuevo estudio los científicos no se ponen de acuerdo si su muerte fue mientras dormía o durante un enfrentamiento, como se dijo originalmente.
Los primeros estudios
En los años 60 un grupo de científicos revelaron que el gobernante presentaba heridas en la cabeza, pero estas fueron cubiertas por los embalsamadores en ese momento. Pero después le hicieron tomografías computarizadas en ED, donde se confirmó que el faraón fue asesinado en una ceremonia de ejecución, esto por el arqueólogo Zahi Hawass.
Estos estudios revelaron las heridas en la cabeza que se habían demostrado originalmente hace 50 años, pero en estos exámenes se confirmó una lesión que no se había detectado anteriormente, esto por el trabajo de los embalsamadores; estas lesiones son consideradas fatales, donde incluyen una puñalada profunda en la base del cráneo de 2.75 pulgadas.
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Al no contar con heridas defensivas, es decir, pequeños rasguños o alguna lesión aparente de forcejeo, se piensa que fue amarrado previo a ser ejecutado por la dinastía rival Hyksos. Entre las lesiones se encuentra otra lesión en el ojo, misma que se podría derivar de una barra de 1.25 pulgadas.
dza