Las piedras semipreciosas, en los últimos años, se han convertido en un básico en el mundo de la belleza. Desde hace siglos el ser humano ha empleado elementos de la naturaleza como diversos minerales, piedras preciosas y tierras naturales para realizar productos dedicados al cuidado de la piel. Las propiedades de los extractos de las piedras y las sales minerales cumplen funciones benéficas en formulaciones cosméticas que actúan como catalizadores en distintos problemas de la piel, en la renovación celular y en la estimulación cutánea. Estos minerales y cristales se encuentran en: mascarillas faciales, sueros, cremas antiarrugas y regeneradoras, entre otras más.
- Diamante: Su dureza permite eliminar células muertas. El polvo micronizado se ocupa en exfoliantes.
- Jade: Ayuda a tener una piel con mayor elasticidad, favorece la circulación sanguínea y elimina toxinas.
- Malaquita: Revitaliza las pieles fatigadas y maduras. Es un mineral rico en cobre, restaura el equilibrio hídrico.
- Rubí: Otorga energía al cuerpo, en cremas disminuye los signos de expresión y elimina células muertas.
- Aguamarina: Elimina las impurezas y toxinas de la piel, que se absorben del medio ambiente durante el día.
- Turmalina: Actúa como un agente de regeneración, ayuda a que la piel recupere la firmeza a profundidad.
- Amatista: Es antiinflamatorio y calma la piel con afecciones de acné. Se usa en sales de baño y en cremas.
- Cuarzo rosa: Es un excelente exfoliante para cuerpo y cara, ayuda a equilibrar la piel hidratándola.
- Ámbar: Da brillo, disminuye los poros, reduce las líneas de expresión e iguala el tono de la piel.
- Zafiro: Se usa como restaurador para pieles sensibles, maduras e irritadas y reduce las líneas de expresión.
- Perlas: Elimina el exceso de sebo. Combate los signos de la edad y ayuda a darle más elasticidad a la piel.
- Oro: Favorece la estimulación celular, mejora la circulación y contribuye a la hidratación.
- Plata: Elimina organismos bacterianos y hongos. Regula la flora de la piel gracias a sus propiedades.
- Cobre: Ayuda a conservar la elasticidad de la piel, la formación de melanina y las fibras de colágeno y elastina.
- La citrina: Actúa como agente de regeneración, ayuda a la piel a recuperar su firmeza desde el interior.
- Hematite: Es rica en hierro. Aumenta la síntesis de procolágeno tipo I, estimula la síntesis de colágeno.
- Mica y óxido de titanio: Ayudan a que los poros no se tapen. Generan un acabado glowy en donde se aplique el producto.
- Óxido de hierro: Son pigmentos naturales que se ocupan como colorante para dar tonalidades rojizas.
- Selenio: Ejerce una acción antioxidante que protege la membrana celular y mantiene la elasticidad.
- Piedra de alumbre: Se encuentra en los desodorantes naturales, sus activos neutralizan y regulan la transpiración.
- Magnesio: Hidrata, repara y desintoxica la piel, regula la regeneración celular y desintoxica la epidermis.
- Azufre: Acelera la producción de colágeno, lo que evita los radicales libres y ataca las bacterias dañinas.
- Smithsonita - Zinc: Calma las áreas rojas, favorece la cicatrización y acelera la formación de colágeno.
- Rodocrosita: Ayuda a combatir el estrés y purifica la piel. Su contenido en manganeso es igual a la vitamina E.
- Arcilla: Ayuda a limpiar la piel a profundidad. Neutraliza alcaloides y toxinas que eliminan las sustancias tóxicas.
- Fangos y barros: Previenen las cataplasmas, en la cosmética natural se utilizan en mascarillas de limpieza facial.
- Silicio: Hidrata la piel. Acelera la cicatrización, aporta elasticidad y genera colágeno en forma natural.
- Jade: Ayuda a tener una piel con mayor elasticidad, favorece la circulación sanguínea y elimina toxinas.
- Malaquita: Revitaliza las pieles fatigadas y maduras. Es un mineral rico en cobre, restaura el equilibrio hídrico.
- Rubí: Otorga energía al cuerpo, en cremas disminuye los signos de expresión y elimina células muertas.
- Aguamarina: Elimina las impurezas y toxinas de la piel, que se absorben del medio ambiente durante el día.
- Turmalina: Actúa como un agente de regeneración, ayuda a que la piel recupere la firmeza a profundidad.
- Amatista: Es antiinflamatorio y calma la piel con afecciones de acné. Se usa en sales de baño y en cremas.
- Cuarzo rosa: Es un excelente exfoliante para cuerpo y cara, ayuda a equilibrar la piel hidratándola.
- Ámbar: Da brillo, disminuye los poros, reduce las líneas de expresión e iguala el tono de la piel.
- Zafiro: Se usa como restaurador para pieles sensibles, maduras e irritadas y reduce las líneas de expresión.
- Perlas: Elimina el exceso de sebo. Combate los signos de la edad y ayuda a darle más elasticidad a la piel.
Por Isis Malherbe
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