Pese a ser considerado un hombre desapegado de su familia y de la vida, Albert Einstein tenía una íntima relación sus parientes y amigos. Esto lo llevaba a tener que elegir entre sus pasiones y la vida como jefe de familia.
Durante sus primeros años investigando, el físico trabajaba en la oficina de patentes de Suiza. Para poder tener el espacio suficiente como para poder comprobar sus hipótesis ocupaba unas tres horas diarias para hacer todo su trabajo y después dedicar el resto del día en sus innovaciones.
Las riñas relacionadas a su necesidad por querer sostener tres empleos y los problemas domésticos lo llevó a separarse de su esposa Mileva en 1914.
En ese momento el hombre de ciencia aseguró que los nexos con sus seres queridos le arrebataban parte del tiempo libre que podría ocupar para desarrollar sus teorías.
[nota_relacionada id=909866]Trabajo en solitario
Tras esto, el científico comenzó a dedicarse enteramente a su pasión, lo cual resultó en la Teoría de la Relatividad. Descubrimiento que lo llevó gracias a una vida desorganizada en la que incluso se olvidaba de alimentarse.
Al contraer nupcias por segunda vez, esta ocasión con una mujer llamada Elsa, Einstein dejó que ella se encargara de decidir cómo distribuiría sus actividades y cuáles llevaría a cabo.
De este modo, el físico Alemán, quien después se nacionalizó como suizo, austriaco y estadounidense, se concentró únicamente en su ciencia, mientras su mujer le daba el dinero que necesitaría cuando saliera, lo vestía y marcaba su agenda diaria.
[nota_relacionada id=976343]Durante los años que duró su segundo matrimonio recibió el Premio Nobel, se dedicó a impartir conferencias sobre la Teoría de la Relatividad General y desarrolló junto con Satyendranath Bose la ley de Plank y la hipótesis del cuanto de luz.
Después de que Elsa muriera en 1936, Albert Einstein dejó de poder concentrarse como estaba acostumbrado, por lo que volvió a sus hábitos de soltero.
Pese a la fama mundial y a los recursos que recibió por su trabajo, el físico no gastó su tiempo en lujos y presumía únicamente tener un escritorio, una silla, papel, lápices y una papelera grande.
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Por: Redacción Digital El Heraldo de México
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