Desde que el calendario marca el 1 de diciembre las personas dan paso a las tradiciones navideñas, menos los centros comerciales -algo que desconcierta bastante-, con la puesta del árbol y su infinidad de esferas, a menos que haya un travieso "michi", los adornos en la casa y claro, el nacimiento (de diferentes tamaños y hasta personajes ajenos a la historia).
Con forme pasan los días las personas se preparan para las posadas y claro, la cena navideña en compañía de la familia, aunque este año no podrá ser así gracias al COVID-19, (no se reúnan este año, es en serio).
Sin embargo, existe una tradición poco conocida que apunta a los enamorados y aunque no es muy conocida ha comenzado a ganar popularidad por las películas en las que se representa.
En los países donde se acostumbra hacerlo en la época de Navidad son: Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido.
¿De dónde viene esta tradición?
La relación entre esta planta y el romance proviene de un mito nórdico que involucra a Baldr, dios de la paz y la luz. De acuerdo con la revista Smithsonian, esta deidad se despertó una mañana asegurando que su vida corría peligro, pues toda la flora y fauna querían matarlo.
Su madre Frigg, diosa del amor y la sabiduría, le rogó a cada planta y animal que no lo dañaran; sin embargo, olvida hablar con el muérdago, por lo que Loki, dios de la traición y la mentira, se aprovecha de la situación, hace una flecha/lanza de muérdago y ayuda a Höðr, el hermano ciego de Baldr, a dispararle y así matarlo.
Frigg lloró tanto que sus lágrimas formaron las bayas blancas del muérdago. Al ver su dolor, otros dioses resucitaron a su hijo, por lo que ella transformó a la planta de un símbolo de muerte a uno de paz y amor. Desde ese momento, según la mitología nórdica, ordenó que cada vez que se estuviera debajo de un muérdago, las personas se besaran y abrazaran.
¿Qué significa esta tradición?
A partir del siglo XVIII la historia tuvo un giro romántico, que se fue expandiendo de Europa a América. Un siglo después, los británicos la convirtieron en una tradición navideña en la que las jóvenes tenían que ser besadas bajo esa planta para que tuvieran un amor próspero y apasionado.