Tuvieron que pasar más de 60 años para que el gobierno de Dinamarca se disculpara con los niños que fueron parte del experimento, pues se les separó de sus familias y fueron llevados a otro país del que ya jamás volverían.
En 1951 Dinamarca encabezó un experimento social que consistía en llevar llevar 22 niños de familias en Groenlandia al país, esto bajo el argumento de que aprendieron el idioma y se les daría “una mejor educación”, aunque el resultado no sería el que deseaban.
Con ayuda de la fundación Save the Children -que más tarde también ofrecería una disculpa- se propusieron llevar a niños a Dinamarca, aunque previamente se enviaron cartas a los sacerdotes y escuelas de Nuuk, capital de Groenlandia, para identificar a los niños más inteligentes que tuvieran entre 6 y 10 años.
Los niños fueron apartados de sus familias y llevados a un “campamento”, aunque una de las niñas reveló a la BBC que más tarde supieron que se trataba de una cuarentena, pues era el primer grupo de niños que llegaba y pensaban que podrían contagiar algo.
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Luego de ello, los llevaron con familias adoptivas y les brindaron educación en la que se incluía el idioma danés.
Resultado devastador
Un año más tarde fueron enviados de regreso con su familia, aunque su destino fue incierto pues los que volvieron no podían conversar en su idioma nativo y se entorpeció la conversación con sus padres.
Algunos niños que se quedaron fueron apartados por la Cruz Roja Danesa de sus familias y enviados a un hogar que construyeron para ellos en Nuuk, pues pensaban que no debían vivir en las malas condiciones que lo hacían con sus familias.
Sin embargo, el resultado no fue el que esperaban las autoridades de Dinamarca. Y es que los niños que fueron llevados a aquel país sufrieron de alcoholismo más tarde y algunos de ellos murieron muy jóvenes.
Recientemente el gobierno de Dinamarca se disculpó por el experimento: “No podemos cambiar lo que sucedió. Pero podemos asumir la responsabilidad y disculparnos con aquellos a quienes deberíamos haber cuidado pero no lo hicimos”, dijo la primera ministra Mette Frederiksen en un comunicado.
Con información de BBC