El presente de Irapuato
A menos de cuatro horas de la Ciudad de México y situado en el corazón del estado de Guanajuato, Irapuato se encuentra convenientemente cerca de otros centros urbanos como San Miguel de Allende, León, Guanajuato y Morelia. Actualmente, cuenta con 10 rutas turísticas –que se pueden consultar en ocvirapuato.com.mx/tours– aunque, de acuerdo con la Directora de Turismo Municipal, María Guadalupe González Martínez, el objetivo es llegar a 15. Cuatro instituciones, tanto públicas como privadas, trabajan en lograr esta meta: la propia Dirección de Turismo Municipal, la Asociación de Hoteles, la Oficina de Convenciones y Visitantes, e Inforum Irapuato.
Una jornada en la ciudad
El recorrido por el centro debe incluir una visita al Palacio Municipal y los frescos de su escalinata principal en donde el muralista Salvador Almaraz retrató escenas de la historia mexicana. Entre las múltiples edificaciones que embellecen la ciudad, destacan el templo del Hospitalito, la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad y el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Quien viaje con niños, hará bien en visitar el zoológico y, para pasar la tarde, no hay como recorrer sus plazas entre árboles y fuentes, en especial la fuente de las Aguas Danzarinas y la fuente Florentina.
Con el corazón en la mano
Llamada la capital mundial de la fresa, la ciudad ha diseñado dos experiencias que hacen honor a su producto estrella. En primer lugar, la ruta de la fresa que, durante todo el año, nos invita a los campos freseros de la región en donde podemos recolectar y degustar la fruta, además de disfrutar deliciosos desayunos preparados con ella. Y, en segundo lugar, el Festival de la Fresa que, cada marzo, presenta un programa de concursos gastronómicos que reúne más de 100 recetas —que van desde bebidas hasta moles de fresa– como preámbulo a la Feria de las Fresas, la fiesta más importante en el calendario anual de la urbe.
Para completar la agenda
Si Irapuato sabe a algo, es, desde luego, a fresa. Para comprar conservas y observar de cerca su proceso de elaboración hay que visitar la fábrica Cristalita en el centro de la ciudad (cristalita.com). El domingo, vale la pena manejar 25 kilómetros hasta la presa la Purísima cuya construcción hace cuatro décadas supuso el sacrificio de la comunidad del Zangarro que quedó inundada. Declarada área natural protegida, hoy es posible navegarla en lancha e, incluso, explorar el interior de su iglesia que se mantiene en pie y que, cuando el nivel del agua desciende, emerge de las profundidades.
También El Alma de la Cocina, en Corralejo –lugar de nacimiento de Miguel Hidalgo–, merece una visita. Ahí, un grupo de cocineras tradicionales ofrece un agasajo de sabores locales, como el platillo de nopal y carne de puerco, los caldos de carpa y de chivo, y la cecina con flor de calabaza. Apenas cinco kilómetros al sur, la Hacienda Corralejo nos despide entre los aromas del agave y las barricas y, claro, un merecido brindis con tequila.
De vuelta a la naturaleza
La reciente demanda de alternativas ecoturísticas provocada por la pandemia de la Covid-19 ha devuelto la atención a los espacios abiertos en donde grupos y familias de viajeros pueden realizar actividades al aire libre. El Rancho Providencia (rachoprovidencia.mx), por ejemplo, ofrece contacto con animales de granja, además de instalaciones de primer orden para llevar a cabo diferentes tipos de eventos como capacitaciones de liderazgo para empresas, competencias deportivas (como encuentros de fútbol, voleibol y basquetbol) y otros tipos de actividades al natural, como tiro con arco o vuelo en tirolesa. Por su parte, el Rancho La Cumbre (rancholacumbre.com) cuenta con un jardín de cactáceas, más de cinco temazcales temáticos y una propuesta de fine dining alimentada por la docena de comunidades cercanas dedicadas a la agricultura y ganadería.
Por Juanma Martínez Rodríguez