Este sábado el Palacio de Buckingham emitió un comunicado en donde el príncipe Harry, de 36 años, y Meghan Markle, de 38 renunciaban a sus títulos nobiliarios para poder llevar una vida "normal".
Los hechos representan consecuencias económicas importantes, pues la pareja dejaría de recibir recursos públicos; sin embargo, pretenden ganar dinero con algunos acuerdos comerciales.
Este movimiento estratégico, que pareciera ser planeado por un agente de marketing, es conocido entre los medios como el #Megxit, en alusión al tan juzgado Brexit, es decir, la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Dicha decisión ya comenzó a repercutir económicamente a la pareja, pues tendrán que devolver 2.4 millones de libras (más de 2.8 millones de euros) gastados en la remodelación de su hogar, cerca del Castillo de Windsor donde usaron dinero público.
El anuncio llegó después de que la semana pasada los duques de Sussex comunicaran su deseo de dejar la monarquía para pasar a ser económicamente autónomos y vivir en Norteamérica, de acuerdo con información de EFE.
Los Sussex cuentan con un patrimonio de 30 millones de dólares Harry y 5 millones Meghan, por lo que no parece que vayan a pasar dificultades económicas.
Hasta ahora la reina Isabel II ha asegurado que "Meghan y Harry siempre serán miembros muy queridos de la familia real".
Por Redacción Digital El Heraldo de México
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