Carta al habitante de esta nueva década

Las relaciones humanas en sí no son complejas, lo que sucede es que muchas personas viven caminando por cementerios en vez de por museos.

Seguramente pensarás que existen obstáculos mucho más elevados en la vida con los que te vas a encontrar, sin embargo, la realidad es que por más complejos que sean, la mayoría son esquivados eventualmente.

Por lo contrario, las relaciones humanas pocas veces son fuertes y duraderas.

Querido lector, no me dejarás mentir, pero lo cierto es que el principio de una relación humana es la parte más fácil. Un juego de niños, pero conforme trazas mejor el dibujo y cambias del lápiz al pincel, el óleo empieza a agotarse y la luz a apagarse, porque en este mundo sabemos cosas, pero entendemos pocas. Asumimos que el saber es lo que se requiere para pintar la obra que algún día se expondrá en el MoMA, cuando en realidad, entender es la parte más importante.

Seguramente para estas fechas ya habrás agarrado el calendario y planteado metas, para alcanzar tus objetivos. Así que déjame decirte que deberías también decidir si esta nueva década vas a caminar por un cementerio o por un museo. Si vas a querer pasar 120 meses sabiendo los nombres y vidas de los pintores que están enterrados, o leyendo y entendiendo cómo hicieron para lograr exponer sus cuadros en el MoMA.

Efectivamente las relaciones humanas son lo más difícil de la vida, porque en un mundo que trabaja como si nunca llegara la noche y en una época en donde toda la información viaja en cuestión de segundos, es muy fácil saber, pero queda poco tiempo para entender.

Basta con voltear a ver la vida de algunos pintores para comprobar este hecho.

La gente sabía que Frida Kahlo pintaba incluso después de su accidente, pero sus pinturas no fueron tan reconocidas, hasta que todo mundo entendió lo que expresaba con cada una de sus pinceladas.

Pablo Picasso sabía de las crueldades que sucedían durante la Guerra Civil Española, pero fue más allá y entendió cómo se sentía la gente, así logró crear el Guernica.

No existe una fórmula mágica para las relaciones humanas, pero el arte no se forma a base de reglas y medidas exactas, sino a base de pasión, esfuerzo y constancia. Puedes saber mil cosas del pasado mientras caminas por un cementerio o puedes recorrer un museo, entender y crear magia en el ahora.

Entender es un arte que requiere dedicación, tiempo y precisión; dominarlo te permite ganar las pinturas más valiosas del MoMA y el mundo entero.

No hay nada de tan alto valor en esta vida como una relación bien cuidada y fomentada.

No hay nada mejor que saber que cuentas con personas a tu lado que te prenderán una vela cuando se meta el sol y te ayudarán a cargar tu obra de arte hasta la entrada del MoMA. No hay nada mejor que saber que hay quien no sólo te escucha para contestar, sino para comprender.

Gente que no sólo tiene la intención de conocerte de pies a cabeza, sino que quieren entenderte. No hay nada mejor que ser un artista y recibir lo que este mundo desesperadamente necesita para progresar.

Sabemos que nuestro planeta requiere de muchas cosas, pero te diré algo más, será difícil obtenerlas todas sin el arte del entendimiento.

En esta nueva década necesitamos más artistas, más personas que anhelen caminar por museos y no por cementerios. Personas que estén dispuestas a crear arte en las calles y maravillas en lienzos y murales, que verdaderamente crean en el poder de las relaciones humanas. Personas que sepan que el mundo no necesita saber, sino entender. Entender por qué el rojo y el azul crean el morado y por qué el verde y el amarillo el color del mar.

Querido lector, podemos llenar el mundo de obras que merezcan estar en el MoMA, y hacer de la vida el más grande museo, pero primero tienes que volver a creer en el poder de tu pincel, en el poder de un cuadro bien hecho, en el poder de un museo. Debes volver a creer en la magia de las relaciones humanas y en la posibilidad de crearlas con el arte del entendimiento.

Para saber dominar un arte, hay que entenderlo. Para saber fomentar relaciones duraderas, se requieren personas que practiquen el arte del entendimiento.

El mundo no parará de girar si hay ausencia de relaciones humanas, pero nosotros caminaremos por cementerios negros hasta el final de los tiempos. Así que lector, aprovecha esta nueva década, porque todavía quedan pinceles y paredes. Todavía hay artistas allá afuera, todavía hay esperanza, aunque ahora mismo no lo creas, porque si no la hubiera, no me hubieras dado la oportunidad de leerte esta carta.

Espero algún día poder ver tu pintura en un museo. Disfruta, construye y entiende esta nueva década.

POR MARÍA MILO

ESTUDIANTE DE PREPARATORIA

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