Cuando estamos enfermos y seguimos algún tipo de tratamiento médico, puede que nos salga una fiesta en la cual, seguramente, habrá bebidas alcohólicas, las cuales podrían perjudicarte en gran medida y ponerte peor de lo que estabas inicialmente.
Si bien es cierto, comúnmente se dice que para seguimos tratamientos como la gripe y bebemos alcohol, se nos “corta el efecto” de lo que estemos tomando para curarnos, pero las consecuencias pueden ir más allá de prolongar tu enfermedad.
https://giphy.com/gifs/vintage-color-1970s-l4EoMoMhvTo2wntsY
La explicación más sencilla para entender porque no debes mezclar estas dos sustancias esta en nuestro propio cuerpo, pues cuando ingerimos alcohol y algún medicamento, nuestro organismo tiene encimas que se alteran y metabolizan ambas cosas de manera diferente, lo cual además de provocar un efecto diferente al esperado por el medicamento, puede resultar en condiciones adversas como mareos, vómitos o aumentar el riesgo de un problema en el hígado.
Así mismo, debes tomar en cuenta que ciertas sustancias especificas contenidas en los medicamentos que tomamos, como diazepan, lorazepam y otras similares, que son indicadas para problemas en el sistema nervioso, podrían generar una respuesta menor a la esperada, lo cual incluso causaría un fuerte accidente vial o en casa.
https://giphy.com/gifs/fergie-xT9IgwO5n8TslpaMSc
Otros medicamentos, como el ibuprofeno, que se usan para tratar problemas inflamatorios, podrían generar una gastritis severa si se combina con alcohol.
Por lo anterior, es mejor que te abstengas de combinar los medicamentos con el alcohol, ya que podría traerte más problemas de los que piensas solucionar.
[nota_relacionada id=814223]
Por: Redacción Digital El Heraldo de México
dhfm