La fundación Surfeando Sonrisas tiene un plan muy ambicioso; convertir las playas de Guerrero en inclusivas, ya que no cuentan con rampas ni caminos por los que aquellos que padecen alguna discapacidad puedan transitar.
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De acuerdo con José Luis Padilla, socio de la fundación, están convencidos que desde la discapacidad se puede mostrar la mejor parte del ser humano y desarrollar su potencial al máximo.
El objetivo se está trabajando llevando a los niños a surfear, pero antes de brindarles la experiencia, se les da una plática motivacional y las reglas del juego. El día del evento se buscan voluntarios que ayuden al instructor a cuidar a los niños en el mar.
“La fundación comenzó a raíz del accidente de mi hermano, Daniel Gómez de la Vega, pero antes, él pasó por todo un proceso personal; fue conocerse de nuevo, adaptarse, llegó un momento en que él ya se sentía bien, y armamos este proyecto”, contó José Luis Padilla.
Hace ocho años, Daniel tuvo un accidente que lo dejó parapléjico, pero él nunca se dejó vencer, regresó a surfear siete meses después de su accidente. Tras crear la fundación, niños con síndrome de Down, autismo y ceguera han podido surfear, ya que la filosofía de la fundación es creer y crear un mundo sin limitaciones.
Por: Adriana V. Victoria
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