Ir a un bazar es cool. Es todo un plan de fin de semana. Su crecimiento no para y cada vez más diseñadores se atreven a experimentar bajo este modelo de negocio que les puede llegar a generar hasta 10 mil dólares durante los tres días que, regularmente, dura este tipo de eventos.
De acuerdo con la curadora y fundadora de la feria de diseño Caravana Americana, Gina Barrios, el boom de los bazares exclusivos para diseñadores y productores mexicanos se dio en 2014, año en el que los creadores buscaron vías más económicas y sencillas para ofertar sus productos en espacios en los que además de darse a conocer pudieran vender directamente.
Al recorrer los bazares, se suelen encontrar piezas antiguas remodeladas, ropa, zapatos, bolsos, muebles, pinturas y hasta plantas, entre un gran número de artículos diseñados bajo diversas corrientes y estilos.
Barrios, quien también es diseñadora industrial, aseguró que este tipo de establecimientos son todo un éxito. Tan sólo para Caravana, que inició en 2016 con 52 diseñadores, este año será un gran año, pues incrementará su cifra de participación a 99 creativos.
Por otro lado, Gerardo López, consejero de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, indicó que conocer exactamente cuántos ingresos generan este tipo de establecimientos es imposible pues jurídicamente no existe una figura que englobe las ganancias de estos lugares que buscan promover el diseño nacional y latinoamericano.
El crecimiento de estos espacios ha permitido que inversionistas extranjeros se interesen por esos productos y los lleven a lugares exclusivos, uno de esos casos es el de Bunkhouse Group, que ha optado por comprar piezas de bazar para usarlos y mostrarlos en sus hoteles en Austin, EU.
Por otro lado, acudir a un bazar es toda una experiencia, en palabras de Carolina Kopeloff, Fundadora de Bazar Fusión, una vez que se tiene la oportunidad de estar frente al diseñador, los visitantes se interesan más por las propuestas.
Además, es una oportunidad de crecimiento que abre las puertas a los diseñadores que apenas comienzan tanto así, que Kopeloff los define como una plataforma que impulsa el talento y el diseño. Por su parte, Gina aseguró que los expositores invierten poco y el riesgo es bajo, lo que les permite lanzar su marca, conocer a su público y recibir retroalimentación para mejorar y después abrir su propia tienda.
A la fecha los bazares se siguen consolidando con la participación de diseñadores y artesanos que agregan valor al diseño y, sin duda, le dan otro aire a la ciudad. Su organización genera miles de empleos y aporta a la microeconomía. Su público va desde aquellos que buscan productos únicos hasta los que buscan invertir en negocios únicos.
Lo que debes saber:
Caravana Americana
Nació en 2016
Condiciones para exponer:
Contar con permiso para exportar.
Ser mexicano o de América Latina.
Inversión:
Los diseñadores pagan por el espacio al menos mil dólares.
Lo más vendido:
lTextiles artesanales.
Contacto:
Instagram:
@caravanaam
BAZAR FUSIÓN
Se creó en 2003 con cinco diseñadores en la sala del papá de Carolina Kopeloff.
En 2018 contará con 40 expositores.
Que pide a sus expositores:
Precios justos.
Piezas hechas en México.
Productos innovadores.
Búscalos:
lInstagram:
@bazarfusion
Por Adriana V. Victoria
Fotos Edgar López Cortesía: Diego Flores
Barrios, quien también es diseñadora industrial, aseguró que este tipo de establecimientos son todo un éxito. Tan sólo para Caravana, que inició en 2016 con 52 diseñadores, este año será un gran año, pues incrementará su cifra de participación a 99 creativos.
Por otro lado, Gerardo López, consejero de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, indicó que conocer exactamente cuántos ingresos generan este tipo de establecimientos es imposible pues jurídicamente no existe una figura que englobe las ganancias de estos lugares que buscan promover el diseño nacional y latinoamericano.
El crecimiento de estos espacios ha permitido que inversionistas extranjeros se interesen por esos productos y los lleven a lugares exclusivos, uno de esos casos es el de Bunkhouse Group, que ha optado por comprar piezas de bazar para usarlos y mostrarlos en sus hoteles en Austin, EU.
Por otro lado, acudir a un bazar es toda una experiencia, en palabras de Carolina Kopeloff, Fundadora de Bazar Fusión, una vez que se tiene la oportunidad de estar frente al diseñador, los visitantes se interesan más por las propuestas.
Además, es una oportunidad de crecimiento que abre las puertas a los diseñadores que apenas comienzan tanto así, que Kopeloff los define como una plataforma que impulsa el talento y el diseño. Por su parte, Gina aseguró que los expositores invierten poco y el riesgo es bajo, lo que les permite lanzar su marca, conocer a su público y recibir retroalimentación para mejorar y después abrir su propia tienda.
A la fecha los bazares se siguen consolidando con la participación de diseñadores y artesanos que agregan valor al diseño y, sin duda, le dan otro aire a la ciudad. Su organización genera miles de empleos y aporta a la microeconomía. Su público va desde aquellos que buscan productos únicos hasta los que buscan invertir en negocios únicos.
Lo que debes saber:
Caravana Americana
Nació en 2016
Condiciones para exponer:
Contar con permiso para exportar.
Ser mexicano o de América Latina.
Inversión:
Los diseñadores pagan por el espacio al menos mil dólares.
Lo más vendido:
lTextiles artesanales.
Contacto:
Instagram:
@caravanaam
BAZAR FUSIÓN
Se creó en 2003 con cinco diseñadores en la sala del papá de Carolina Kopeloff.
En 2018 contará con 40 expositores.
Que pide a sus expositores:
Precios justos.
Piezas hechas en México.
Productos innovadores.
Búscalos:
lInstagram:
@bazarfusion
Por Adriana V. Victoria
Fotos Edgar López Cortesía: Diego Flores