SHANGHAI, China.- Los jóvenes chinos cocinan cada vez menos y se aficionan cada vez más a las aplicaciones de pedido de comida a domicilio, en pleno 'boom' en el país.
El empresario Guo Bonan está de enhorabuena. En Shanghái, su cadena 8Peppers cuenta con una decena de restaurantes... pero sin mesas para los clientes.
Sólo hay cocinas, por las que desfilan repartidores empleados por estas aplicaciones que llevan la comida a casas, oficinas o fábricas de los clientes que hacen el pedido con un simple clic en su teléfono móvil.
Los repartidores uniformados de Baidu Waimai, Meituan y Ele.me (principales aplicaciones móviles del mercado) son omnipresentes. Sus motos zigzaguean entre los peatones y adelantan a los coches.
En una ciudad en la que todo va rápido, el tiempo vale dinero. La gente no quiere malgastarlo frente a los fogones", explica Guo, de 29 años, quien confiesa sin complejos nunca haber aprendido a cocinar. Entre sus proyectos está asociarse a otra cadena de restaurantes.Después de un despegue fulgurante desde hace dos años, el mercado es colosal: comidas por valor de 200 mil millones de yuanes (25 mil 600 millones de euros, 31 mil millones de dólares) fueron repartidas en China en 2017 y se prevé que la cifra suba 20 por ciento este año, según el gabinete iiMedia Research.
- Cocinar desde casa -
La entrega cuesta varios yuanes (decenas de céntimos de euros), un precio que no desanima a los 343 millones de internautas chinos que, según cifras oficiales, encargaron comida en línea el año pasado.El precio del pedido no es crucial. Es eficaz y cómodo, eso es lo que cuenta, sobre todo para los jóvenes", explica el jefe y fundador de Ele.me, Zhang Xuhao.Con una urbanización galopante, "el potencial chino es todavía inmenso", asegura Zhang, que apuesta por los datos electrónicos para ayudar a los restaurantes a elegir mejor su emplazamiento. El fenómeno revoluciona la concepción misma de los restaurantes. Algunos se convierten "en simples centros de producción", observa Wang Yuke, del gabinete de peritaje inmobiliario RET. Una oportunidad para empresarios que cocinan... desde casa. Su Xiaosu, una migrante de 34 años cansada de la precariedad profesional, decidió en 2016 unirse a la plataforma "Huijia Chifan", que permite preparar comida en casa y distribuirla a través de las redes de pedidos de las grandes aplicaciones. Esta mujer gana ahora hasta 3.000 yuanes (384 euros, 475 dólares) por día friendo en su minúscula cocina especialidades de su región, Jiangsu (este), mientras los repartidores de Ele.me esperan en la escalera. "Mi principal preocupación es que esto acabe molestando a mis vecinos", comenta.