En agosto de 1945 cayeron dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas Hiroshima y Nagasaki, destruyendo todo a su paso y dejando una marca indeleble de genocidio en la historia del mundo. Este ataque masivo, junto con el accidente en la central nuclear de Chernobyl, Rusia, generaron un gran temor entre la población mundial sobre la energía nuclear, cuyo uso bélico es solo una de las muchas posibilidades que tiene.
Aunque todavía algunos países utilizan la energía nuclear con fines bélicos -como Corea del Norte-, este recurso tiene otras aplicaciones actualmente, en sectores clave como la medicina, agricultura, minería, sanidad, arqueología y conservación del arte.
A principios de julio, más de 120 naciones aprobaron el primer tratado que prohíbe las armas nucleares, en una reunión de la ONU que fue boicoteada por todos los países que poseen armamento atómico. En medio de un estruendoso aplauso, la embajadora costarricense Elayne Whyte Gómez, presidenta de la conferencia de la ONU que negoció el tratado vinculante, anunció el resultado de la “histórica votación”: 122 naciones a favor, Holanda en contra y la abstención de Singapur.
Ninguno de los nueve países que tienen o que se cree que poseen armas atómicas _Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, China, Francia, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel_ apoyan el tratado. Muchos de sus aliados ni siquiera asistieron a la sesión.
[caption id="attachment_69240" align="aligncenter" width="848"] Fuente: ONU[/caption]
Estos son los usos positivos que actualmente se da a la energía nuclear:
Medicina. Las fuentes radiactivas permiten detectar cáncer sin abrir tejidos para examinarlos, así como producir radiofármacos para combatir esta enfermedad. Las radiografías y tomografías que conocemos usan radiación para ver el interior de los cuerpos y detectar enfermedades. El equipo médico e insumos de uso común -como las gasas- son esterilizados con radiación.
En México, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) tiene un reactor nuclear de investigación -el único fuera de la central nucleoeléctrica de Laguna Verde- y entre los usos del reactor está la producción de radioisótopos como el Samario 153m, utilizado en el tratamiento de la artritis reumatoide, evitando que el paciente sea intervenido quirúrgicamente. También sirve como paliativo del dolor en enfermos terminales de cáncer óseo.
Una de las aplicaciones más modernas de la medicina nuclear es la esterilización de tejidos para trasplantes, como músculos y huesos. Generalmente, se toman los fémures, tibias, peronés, húmeros, radios, cúbitos y crestas iliacas; pero los huesos largos también se pueden fraccionar y de allí se obtienen anillos, cuñas y hojuelas de hueso esponjoso radioesterilizado, que son utilizados en la corrección de la columna vertebral de personas que sufren accidentes en motocicleta o en caídas de azoteas.
Las hojuelas se pueden transformar en polvo y utilizarse como relleno donde hace falta hueso, por ejemplo, cuando es extraído un tumor benigno de algún hueso, queda un hueco y éste puede rellenarse con hojuelas o polvo de hueso radioesterilizado.
[caption id="attachment_69346" align="alignright" width="402"] Gráfico: Rodrigo Meade[/caption]
Energía eléctrica. Las centrales nucleoeléctricas generan electricidad sin explotar otros recursos como agua o petróleo. En México, la central de Laguna Verde en Veracruz es la única planta que produce este tipo de energía.
Industria. se utiliza en la investigación, desarrollo y mejora de procesos para mediciones, automatización, control de calidad; en mantenimiento para detectar fugas y determinar el grado de desgaste en materiales y corrosión de equipos, así como polímeros para membranas plásticas de medicamentos que se aplican lentamente dentro del organismo humano.
Agricultura. Con la esterilización de insectos para controlar las plagas y evitar el uso de insecticidas que contaminan la atmósfera y los mantos acuíferos.
Alimentación. la radiación gamma esteriliza y conserva los alimentos, mata bacterias que provocan su rápida descomposición y mejora su estructura genética desde las semillas, lo que deriva en mejores frutos y vegetales. Esta técnica es aceptada por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud y el Organismo Internacional de Energía Atómica, quienes recomiendan esta técnica para reemplazar o reducir radicalmente el uso de aditivos y fumigantes en alimentos.
Arqueología. Para medir la edad de las piezas arqueológicas, fósiles, yacimientos o la de la Tierra misma, se requiere de un reloj que permita medir el tiempo transcurrido desde que se fabricaron las piezas, desde que murió la planta o animal que luego quedó en forma de fósil, desde que se depositaron los minerales en un yacimiento.
Minería. A través de la utilización de sondas nucleares se puede determinar la física y la química de los suelos, lo que permite conocer si un estrato reúne las condiciones favorables para albergar minerales o combustibles.
Arte. Esterilizando las obras con radiación se eliminan los insectos que degradan los materiales. También sirve para saber de qué época es una obra (datar) y su autenticidad, tanto en el arte como en los hallazgos arqueológicos y antropológicos.
Con información de la agencia AP, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), el Foro de la Industria Nuclear Española, el Instituto latinoamericano de la comunicación educativa (ILCE) y la ONU.