El príncipe Enrique de Inglaterra dijo que nadie en la Familia Real británica quiere ser rey o reina y criticó la decisión de forzarlo a desfilar detrás del ataúd de su madre, la princesa Diana, tras su muerte en 1997.
"No estamos haciendo esto por nosotros mismos sino por el bien mayor del pueblo (...) ¿Hay alguien en la Familia Real que quiera ser rey o reina?", planteó Enrique, de 32 años, que es el quinto en la línea de sucesión al trono, en una entrevista con la revista Newsweek. "No lo creo, pero asumiremos nuestras responsabilidades a su debido tiempo".
La Reina Isabel, de 91 años, ascendió al trono en 1952 y actualmente es la monarca de más edad y que por más tiempo ha reinado. Enrique dijo que querían continuar su obra pero que su familia no trataría de suplantarla.
"La monarquía es una fuerza para el bien", señaló. "No queremos diluir la magia (...) los británicos y el mundo necesitan instituciones como éstas".
Junto a su hermano mayor Guillermo y su cuñada Catalina, Enrique se ha convertido en un destacado promotor de la salud mental al mencionar su propia angustia y problemas emocionales tras la muerte de su madre en un accidente automovilístico hace 20 años, revelando cómo buscó ayuda para superarlo.
Enrique detalló el impacto que tuvo sobre él, a los 12 años, la decisión de obligarlo a caminar durante el cortejo fúnebre por las calles de Londres: "Mi madre acababa de morir y yo tuve que andar un largo camino detrás de su ataúd, rodeado de miles de personas que me miraban y otras más que lo hacían por televisión".
"No creo que ningún a ningún niño deban pedirle que haga algo así, bajo ninguna circunstancia. No creo que eso pase hoy", dijo.El príncipe, que está de novio con la actriz estadounidense Meghan Markle, criticó el año pasado a la prensa por entrometerse en su vida privada y dijo a Newsweek que ha tratado de vivir "una vida común y corriente" a pesar de toda la atención global que provoca. Dijo incluso que si fuera rey, le gustaría hacer sus propias compras Por Reuters