ESPECIAL: Machismo y discriminación dominan en el mundo gamer

Cuando el mundo “real” es lo suficientemente hostil, algunos encuentran refugio en la infinita existencia virtual. ¿Pero qué tal si ese territorio fuera todavía peor? Esta es la realidad que han encontrado mujeres, homosexuales y miembros de la comunidad LGBT. Esta es la historia que nos cuenta la influencer y activista Ophelia Pastrana y su escuadra de e-sports, Blink. Ellas 5 y un elemento masculino conforman el primer equipo abiertamente diverso en México y se están preparando para la futura liga profesional de Overwatch, el videojuego fenómeno de Blizzard Entertainment que fue nombrado Mejor Título de 2016 durante los Game Awards. https://www.youtube.com/watch?v=UrSpumqCX_Y&feature=youtu.be Pero estar preparados para representar a México en la exigente competencia que se viene no es su única preocupación, quizá ni siquiera la mayor. El machismo contra las mujeres y la discriminación en general para todo aquel que no sea hombre heterosexual en el mundo gamer es una enorme piedra en su zapato. La escuadra tiene una composición irrefutable: tres chicas transgénero, la notable Ophelia; Ake, que abarca varias facetas del mundo gamer; y Andrea, una especialista oriunda de Oaxaca. También hay una integrante intergénero de Guadalajara, Caroline Maldonado; y dos miembros heterosexuales que se declaran proLGBT, Lunna de 22 años del Estado de México y José Mota, un jarocho de 25 años. Esta diversidad también de origen se la deben a la naturaleza de las plataformas digitales, la principal virtud y maldición para lo que ellos la ocupan. A este grupo no le interesa preferencia o género. “Solo queremos divertirnos y quizá vivir de esto”, sentencia Ake con cierta expresión de fastidio dibujada en el rostro. [caption id="attachment_7227" align="alignnone" width="1200"] Por Arturo Vega[/caption]   “En el caso de los videojuego hay un problema ahorita porque si tú dices que eres transgénero, la comunidad de los videojuegos tiende a reaccionar de manera negativa. No digo que todos, pero es una respuesta común”, nos cuenta Andrea, de 34 años y más de 10 dedicándose al mundo de los videojuegos. Y no sólo los transgénero son discriminados. También las mujeres y los homosexuales. De hecho, según nos cuenta este grupo, la gran mayoría de todo aquel que no sea hombre heterosexual tiende a ocultar su identidad creando nombres de usuarios masculinos o escondiendo su preferencia sexual. “¿Cómo está el tema del machismo en el mundo Gamer?”, le pregunto a Ake. “Terrible”, ríe nerviosamente. “La verdad que terrible. En el caso gamer muchas chicas deciden poner nombres de hombre dentro del juego para que no sean reconocidas como chicas y no tengan que recibir ese tipo de agresión. He tenido muchas amigas que por casualidad hablan en línea y las bombardean con mensajes, tanto los clásicos acosadores de ‘mándame fotos’, hasta por el clásico machismo de ‘tú qué haces aquí, tú vete a la cocina’. Es muy fuerte todavía y es muy difícil”, me responde. [caption id="attachment_7229" align="alignnone" width="1200"] Ake. Gamer Transgénero. Foto: Arturo Vega.[/caption]   Además de ganar títulos y divertirse, hay una tercera intención para el Equipo Blink. Combatir esta profunda discriminación a través de la visibilidad del fenómeno LGBT en el mundo gamer y ayudando a otras personas que se sientan acosadas a encontrar un ambiente saludable para ellos. “Conforme nos conocimos empezamos a hablar sobre la importancia de formar un equipo diverso, que contenga personas sin importar su ideología de género, sino que simplemente quisiera jugar. Lamentablemente lo que uno recibe son principalmente burlas porque juego con chicas. Lo que nosotros más esperamos es conseguir no se el único equipo diverso en los torneos haciéndonos visibles y quizá después en las otras categorías existan más grupos similares, sin importar que sea”, explica José. Raro lugar para encontrar una realidad tan añeja y anacrónica. Parece una ironía que un ambiente de alta vanguardia tecnológica sea un foco de infección de una mentalidad tan retrograda. Pero así es. Es la situación de mujeres y personas LGBT en el mundo gamer y la batalla para acabarlo ya comenzó. Nivel 1. Start. Por Erick E. Tapia / Video: Arturo Vega / El Heraldo de México