El Museo del juguete Antiguo (Mujam) alberga una de las colecciones más sui géneris del momento.
Ubicado en la colonia Doctores, el Mujam actualmente exhibe la colección más grande de muñecas tipo Barbie: Señorita Lilí y Bárbara Lilí.
Su relevancia cobra valor pues fue la muñeca que estuvo de moda entre los años 60 y 80 y fue la primera muñeca 100% mexicana, hecha por la empresa nacional Lilí Ledy.
El dueño de la colección es el sinaloense Lino Lugo, de 53 años, y comenzó la recolección de las muñecas en el año 1995.
El oriundo de Los Mochis tiene 750 muñecas exhibidas en el museo, pero en total cuenta con aproximadamente 1,500 muñecas, algunas de las cuales todavía se encuentran en su caja original.
https://youtu.be/8JiFRdX8rdA
Algunas de las Señorita Lilí y Bárbara Lilí cuentan con articulaciones en sus extremidades, pestañas de verdad, les crecía el cabello y algunas hasta podían hablar.
“Empecé arreglando muñecas parlantes, a todas las hermanas y primas del momento. Más bien empezó por la mecánica y de ahí me brinqué a lo que era el detalle de la manufactura del juguete”.
Lino Lugo comentó que empezó como un hobbie y después quiso rescatar “lo de México”, los productos nacionales.
“La gente tenía un desdén hacia lo que era un juguete fabricado en México porque estaban muy empeñados en todo lo que habían visto últimamente como era la Guerra de las Galaxias y los superhéroes”.
El coleccionista explica que es una especie de rescate de lo que era la empresa mexicana.
“Son muchas cosas las que coleccioné de esta marca, me encontré que algunas personas tenían más que yo en algunos rubros de la misma marca, ahora con lo del museo y las redes sociales se ha esparcido mucho la información sobre la Señorita Lilí y ahora hay muchas personas que también la quieren, pero en aquél momento todos preferían la muñeca internacional”.
[caption id="attachment_5129" align="aligncenter" width="1024"] Lino Lugo, coleccionista de la Barbie Mexicana. Foto: Nancy Fernández[/caption]
Lino Lugo afirmó que la empresa buscó siempre la innovación, no únicamente una muñeca a la que se le pudiera mover los brazos y cambiarle la ropa, por ello hacía que le creciera el cabello.
“Se le puso un mecanismo por el cual le hacía crecer el pelo, oprimiendo un botón que tenía a la altura del tronco y así jalar el pelo y se hacía la cabellera más grande. Para cortarle el pelo, tenía una llave mágica que se le ponía en la espalda y al girar la llave el mechón se retraía y parecía que ahora tenías una muñeca con pelo corto”.
La colección forma parte de una colección temporal en el Mujam; sin embargo, no se ha establecido una fecha para retirarla, debido al gran éxito que ha tenido.
Los modelos de las muñecas van de acuerdo a lo que se vivía en ese momento:
- Vámonos de compras
- Paseo por Chapultepec
- Matiné en Bellas Artes
- En el Hipódromo