Pese a que el trabajo de Jocelyn Bell Burnell ha sido reconocido con varios premios, entre ellos la medalla Michelson del Instituto Franklin, el premio J. Robert Oppenheimer, el Beatrice M. Tinsley de la Sociedad Astronómica Americana, entre otros, hubo una presea que no le fue entregada, pese a que la merecía: El Premio Nobel.
La nacida en Irlanda del Norte tuvo un inicio difícil en la ciencia, debido a que aunque quería estudiar algo relacionado en este campo, durante la década de los 50 no se le permitía a las mujeres entrar en estas disciplinas.
La entonces joven se graduó en la Universidad de Glasgow en Filosofía Natural, otro nombre con el que era conocida la física, durante años se dedicó a compartir su tiempo entre la docencia y la investigación.
En 1967, cuando aún era estudiante, pudo encontrar las señales que anticiparon la presencia de una estrella de neutrones, descubrimiento que fue incluido en un documental de la BBC y que marcó un hito en la investigación del espacio.
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Trabajó en la Universidad de Southampton, en el University College de Londres, en el Observatorio Real de Edimburgo, fue profesora visitante en Princeton, presidenta de la Royal Astronomical Society, entre otros cargos a lo largo de los últimos 40 años. Actualmente es maestra en Oxford.
¿Por qué le arrebataron el Nobel?
Las señales o pulsares que vio en 1967 fueron analizadas también por su colega Antony Hewish. El escrito en el que daban a conocer este descubrimiento fue firmado por al menos cinco autores.
Hewish era supervisor de la tesis de la investigadora, por lo cual su crédito fue colocado primero, mientras que el de Bell en segundo lugar.
Cuando se le preguntó sobre el caso, la científica dijo que es muy raro que se le den este tipo de preseas a estudiantes y que hacerlo degradaría el prestigio de estos premios. La mujer aseguró que podría haber casos excepcionales, pero no se incluyó dentro de ellos.
Al final Hewish y el astrónomo Martin Ryle, otro de los involucrados en el estudio, fueron condecorados por este trabajo inédito en la radioastrofísica.
Pese a la controversia que esto desató en la comunidad, Bell nunca ha aportado alguna declaración negativa sobre la institución. En 2018 recibió el Premio Especial de Avance en Física Fundamental, por el cual se hizo acreedora a dos millones 300 mil libras que donó al Fondo de Becas para Graduados Bell Burnell, el cual se dedica a ayudar a las mujeres y minorías que quieran convertirse en físicos.
GDM