Nintendo, Xbox y Sony se unen contra los futuros impuestos aplicados por EU a China

La guerra económica entre Estados Unidos y China planea subir los aranceles a dispositivos fabricados en dicho país, afectando también a dispositivos tecnológicos y videojuegos.

El 96% de las consolas distribuidas mundialmente durante 2018 fueron fabricadas en china.

Xbox, Nintendo y PlayStation sumaron fuerzas esta semana durante la firma de un documento colaborativo que alerta sobre el impacto y daño económico indirecto que estás políticas podría provocar en su sector.

Estimado Sr. Barloon (Consejero general Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos):

Microsoft Corporation ("Microsoft"), Nintendo of America Inc. ("Nintendo") y Sony Interactive Entertainment LLC ("SIE") envía respetuosamente estos comentarios conjuntos por escrito en respuesta a La solicitud de la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos ("USTR") para comentarios del público sobre productos importados de China que podrían estar sujetos a aranceles conforme a la investigación de USTR Sección 301 de Los actos, políticas y prácticas de China relacionados con la transferencia de tecnología, la propiedad intelectual ("PI") e innovación.1

Esta carta concluye con la petición de exentar a la industria, de los posibles impuestos a los que podrían ser acreedores.

Apreciamos que la Administración haya considerado esta solicitud para que las tarifas no se apliquen en La subpartida 9504.50.00 de HTSUS, que abarca las consolas de videojuegos, y, por lo tanto, no deberá incluirse en la cuarta lista final de productos sujetos a aranceles de la Sección 301.

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El festival más importante para anuncios de videojuegos celebrará su edición 2019. REUTERS Foto: Mike Blake

En caso de ser rechazada la petición se estima que el precio de nuevas consola podría aumentar un 25%, lo que impactaría en una reducción considerable de unidades vendidas. Esta situación también podría afectar a estudios y desarolladores de videojuegos que dependen de la venta de unidades físicas y accesorios.

¿Por qué no mudar la fabricación de China otro país?

Un cambio tan brusco no es algo fácil, implicaría asumir fuertes gastos de reubicación, personal, maquinas, proveedores y componentes que llegan de diversas partes del mundo. Cualquier pequeño cambio en alguna de estas partes implicará una minuciosa revisión que buscará mitigar los riesgos de calidad en el producto.

Por Redacción Digital El Heraldo de México – MHL