Recientemente Andrés Manuel López Obrador en compañía de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, inauguraron la Refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas, Tabasco, misma que a unos días de su apertura ya tiene una producción de 170 mil barriles diarios de gasolinas y diésel.
Cabe resaltar que desde hace más de 40 años no se había construido una refinería en México, por lo que esta obra, además de caracterizar al gobierno obradorista, cimentará el desarrollo económico e impulsará la soberanía energética del país, promesa de campaña del jefe del Ejecutivo, quien está cerrando con broche de oro un gobierno que ha venido a transformar diversos rubros.
Recordemos que la oposición criticó, sin fundamentos, la construcción de la Refinería de Dos Bocas, y lo mismo hicieron con la compra de la Refinería Deer Park, en Texas, pues la ultra derecha cuestionaba que eran gastos superfluos e inútiles.
Sin embargo, hoy los hechos les cierran la boca, pues aunque ya cuenta con una importante producción, en los próximos días, Dos Bocas llegará a 340 mil barriles diarios, lo cual permitirá que se cierre la brecha de la dependencia energética a favor de la soberanía en el sector.
Por lo contrario, la oposición neoliberal, cuando gobernó, desmanteló y ofreció al mejor postor las industrias petrolera y eléctrica, pilares claves para el desarrollo de cualquier país.
Y los números revelan lo ineficaces y turbulentas que fueron estas medidas, ya que, para poner un ejemplo, en 2018, cuando tomó posesión el presidente López Obrador, sólo se producían 304 mil barriles de gasolina y a final del sexenio obradorista se van a producir un millón 268 mil barriles diarios, es decir, más de tres veces de lo que hicieron las administraciones pasadas. Incluso Felipe Calderón se comprometió a construir una refinería en el estado de Hidalgo, pero sólo fue un sueño guajiro, ya que su propuesta se quedó en una simple y costosísima barda perimetral que para nada abonó a nuestra soberanía nacional.
Es por ello que, con la inauguración de la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, México logra revertir la importación de combustibles y consolida la autosuficiencia energética y, para dimensionar los beneficios, en 2018 se compraban al exterior 927 mil barriles de gasolina, diésel y turbosina.
Pero, gracias a estas acciones, al final del sexenio sólo se comprarán 52 mil barriles; y lo mejor es que uno de los puntos más destacados de la nueva refinería es que se trata de una construcción realizada por ingenieros mexicanos que trabajaron en un tiempo récord y con un costo de más de 16 mil millones de dólares, bastante menor a la de otras refinerías construidas en sexenios pasados.
Aunado a esta gran obra, en la actual administración se incrementó la rehabilitación y modernización de las seis refinerías: Minatitlán, Salina Cruz, Tula, Madero, Cadereyta y Salamanca, que fueron totalmente abandonadas en los gobiernos neoliberales y sólo producían 511 mil barriles diarios, pero ahora, con las acciones obradoristas, se producirán más de un millón 300 mil barriles, por lo que a menos de dos meses de que termine su sexenio, Andrés Manuel López Obrador dejará al país con autosuficiencia y soberanía energética, un legado que dará desarrollo y bienestar a millones de mexicanos de la mano de la primera mujer presidenta de nuestro país.
POR JULIO CÉSAR MORENO
DIPUTADO FEDERAL DE MORENA
@JULIOC_MORENO
MAAZ