México es un actor cada vez más estratégico en la escena global. Con una sólida trayectoria comercial y un creciente atractivo para la inversión extranjera, nuestro país se ha consolidado como la novena potencia exportadora a nivel global y, más recientemente, como sexto lugar de mercados emergentes del índice de confianza de inversión extranjera realizado por la empresa Kearny. Además, el nearshoring ha jugado un papel clave, atrayendo inversiones y poniendo a México en el mapa de los inversionistas del mundo.
2024 marca el inicio de un nuevo cambio en México. Las y los mexicanos salimos a votar, eligiendo a la que será la primera presidenta de nuestro país, lo cual abre una nueva puerta para pensar e implementar acciones y proyectos que permitan que México siga desarrollándose favorablemente. Este nuevo periodo 2024-2030 puede ser el catalizador para una transformación profunda, estableciendo nuevas prioridades y promoviendo una visión renovada para el futuro de México.
En este contexto, el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE) preparó “24 para 2024: Ideas y propuestas para que las y los mexicanos aprovechemos las fortalezas de México como líder global”, documento que tiene como objetivo presentar a la presidenta electa de México, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, así como a su equipo de trabajo, veinticuatro recomendaciones para impulsar el comercio exterior y la inversión extranjera directa para el periodo 2024-2030.
El fin de este esfuerzo es posicionar a México como un sitio estratégico para atraer inversiones y consolidar su liderazgo en el comercio internacional, al mismo tiempo que se destacará como un actor relevante en innovación y tecnología.
El primer eje que aborda el documento es el de comercio exterior. De acuerdo con los últimos datos disponibles del Banco Mundial, el comercio exterior representa alrededor del 88% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, evidenciando su importancia para el crecimiento nacional al ser la principal fuente de dinamismo de la economía mexicana.
Por ende, es de vital importancia que se generen estrategias para que las relaciones comerciales de nuestro país se sigan fortaleciendo. Uno de los pilares de esta estrategia es potenciar la relación con Norteamérica mediante el T-MEC. Este acuerdo es fundamental no solo para la economía mexicana, sino también para el desarrollo regional conjunto. La colaboración con Estados Unidos y Canadá se ampliará más allá del ámbito gubernamental, abarcando también el sector privado y académico, con el objetivo de integrar aún más nuestras cadenas de valor productivas.
De igual forma, para poder continuar siendo uno de los mercados más abiertos al mundo, COMCE propone que se retomen las negociaciones comerciales bilaterales con Argentina, Brasil, Corea del Sur, Ecuador y Reino Unido, entre otros puntos relevantes.
El segundo eje es la atracción de inversión extranjera directa (IED) a nuestro país. Durante el año pasado, México atrajo 36,000 mdd de IED, lo que posicionó a nuestra nación como el segundo mayor destino de inversión en América Latina.
Para poder garantizar que esta cifra siga creciendo y que podamos alcanzar posiciones de mayor liderazgo, desde COMCE proponemos garantizar el acceso a energía suficiente, competitiva y limpia para las empresas, además de fortalecer la certidumbre jurídica y desarrollar una estrategia integral para atraer inversiones, especialmente en el contexto del nearshoring.
Esto incluye la creación de un área de inteligencia de inversiones a nivel Federal utilizando herramientas como el análisis de Big Data para atraer proyectos que aporten valor, avance tecnológico y sostenibilidad.
Finalmente, es indispensable que México continúe avanzando en el ámbito de la innovación y la tecnología, por lo que desde COMCE proponemos colaborar de forma activa con el sector académico para formular programas de estudio, incluyendo iniciativas de capacitación (upskilling y reskilling), que aceleren la articulación y aplicación del conocimiento en el sistema productivo del país.
Además, es fundamental impulsar el modelo de educación dual, permitiendo a los estudiantes obtener formación práctica directamente en la industria antes de graduarse. Esto no solo facilitará su incorporación al entorno productivo, sino que también contribuirá al desarrollo de talento para las necesidades específicas del mercado laboral.
En este punto crucial de nuestra historia, las ventajas competitivas de México y las oportunidades que se presentan son fundamentales para definir el futuro del país. Las recomendaciones que presentamos desde el COMCE son una propuesta clara para que México avance en el ámbito de la inversión y el comercio internacional, abriendo camino hacia un futuro prometedor.
La colaboración y el esfuerzo conjunto serán esenciales para escribir el siguiente capítulo de nuestra historia, consolidando a México como un líder en la economía global.
Por Valentín Díez Morodo
Presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior,
Inversión y Tecnología, A.C
EEZ