Hoy comienza la etapa decisiva del proceso electoral 2024 con la presencia de la Marea Rosa en el Zócalo. Hoy empieza la marcha de millones de compatriotas hacia las urnas para llegar al 2 de junio y depositar su voto.
Lo que está en juego es, ni más ni menos, que el futuro de México. Ese día definiremos si escogemos la ruta que ofrece AMLO y su camarilla, resueltos a continuar con la demolición del andamiaje institucional que nos legó la Revolución Mexicana. Morena plantea caminar hacia un país con un cacique como gobernante de facto, donde la gente es tratada como si no pudiera entender las verdades del mundo actual.
El populismo de izquierdas y derechas parte de la misma premisa: el poder político se deposita en una persona, y las instituciones son un estorbo para la implementación de sus políticas. Por esto, tiene la necesidad de destruir los Poderes Legislativo y Judicial que, juzgan, les quitan poder. No quieren rendir cuentas de la administración de los dineros públicos porque la gente hace demasiadas preguntas. La transparencia en la administración pública es un resabio de la nefasta era neoliberal
La otra ruta que elegiremos el 2 de junio es la que propone retomar la ardua pero fecunda tarea de mejorar los instrumentos democráticos a nuestra disposición que aseguran un Estado democrático y liberal. La idea medular es tomar de la Constitución lo esencial que propone: un Estado liberal, asentado en tres Poderes que hacen equilibrio entre ellos, órganos autónomos que vigilan, con la opción de sancionar, a funcionarios que se desvían de la ley y el orden constitucional.
En el Estado liberal, la construcción de consensos entre actores sociales, políticos, educativos, empresariales parte de la idea de que compartir ideas y propuestas es la ruta correcta para construir lo mejor para las mayorías, con diálogo y tolerancia.
La transparencia y la rendición de cuentas son piezas fundamentales en el orden legal que se propone erigir. La tarea legislativa es fundamental en ese quehacer. El parlamento es para hablar y acordar. Es tiempo de dejar atrás esa noción mesiánica de que las iniciativas presidenciales no se les puede cambiar ni una coma.
Es tan absurda como lo es ignorante esa pretensión de no parlar y negociar para generar las mejores iniciativas posibles. Para eso están los poderes legislativos. La sociedad está En Marcha hacia su destino.
Las últimas semanas serán de gran tensión y confrontación. El órgano electoral ha tomado tres decisiones recientemente que dejan ver el asomo de un prejuicio pro oficialista.
Primero, se resolvió que Lilly Téllez candidata de la senaduría en Sonora, por parte de la oposición, no podía participar más en un programa de radio nacional, con el argumento que le daba una ventaja ilegal de sobre exposición. Pero ese mismo órgano electoral no calla al Presidente de la República cuando habla, todos los días, en la conferencia de prensa a favor de sus candidatos. Existe una evidente preferencia por el oficialismo.
Segundo, cuando el Presidente de Morena exigió que se contabilizara el evento de hoy en el zócalo a los partidos de oposición, a pesar de que ellos son invitados a una evento ciudadano, la Presidenta del INE brincó como resorte para avalar la postura morenista.
Tercero, cuando Morena pidió se excluya el color rosa de las movilizaciones ciudadanas, la presidenta del INE resorteó de inmediato y anunció su apoyo a la postura morenista de que los ciudadanos no pueden usar ropa color rosa, porque son colores del INE. En este caso la Marea Rosa tiene años usando el color rosa y nunca había sido tema. Pero, pues, estamos a pocos días de las elecciones y cualquier cosa puede influir en el resultado final.
Estas tres decisiones del INE dejan en claro la inclinación, por lo menos de su Presidenta, por el oficialismo. Estas tres decisiones dejan ver que el órgano electoral ya tiene un problema incrustado en su seno: la falta de independencia en su toma de decisiones.
Esta concentración en el zócalo es la señal para que las y los ciudadanos de por lo menos 97 ciudades en todo el país y en el extranjero convoquen hoy, mañana y todos los días de ahora y hasta el 2 de junio (dos semanas) a una afluencia ciudadana y libre, incluso para dar aliento a la rebeldía de los ciudadanos no-libres que serán obligados a votar por el oficialismo.
A pesar de la estulticia del INE, rosa seguirá siendo el color que identifica a la sociedad movilizada, en marcha y armada con su intención de votar por la democracia, por un país de leyes que se respetan y por el diálogo y la transparencia como guías para conformar una sociedad funcional.
Marcharemos a las urnas porque esa convicción es lo que nos dará la Presidencia de la República, la mayoría de las gubernaturas en juego, incluyendo la ciudad de México y una mayoría de diputados y senadores en el Poder Legislativo, principalmente en el Congreso de la Unión.
México está en marcha, para conquistar la democracia y la libertad.
POR RICARDO PASCOE
COLABORADOR
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@rpascoep
MAAZ