¡En sus marcas, listos…fuera! Iniciaron formalmente las campañas electorales presidenciales, el último tramo de un proceso de tres años. Nuevo capítulo de la tragicomedia mexicanas en donde las actrices políticas protagonistas serán Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez.
¿Cuál será el resultado? Algunos dicen que todo está escrito, otros que la moneda está en el aire. En la política, lo que parece es, hasta que ya no. No lo creía, pero buenas fuentes me mostraron evidencia de que todavía algunos candidatos y candidatas de varios partidos recurren a brujas y chamanes para conocer su destino; otros le rezan a Dios. Ternuritas.
Hasta el momento, desde la perspectiva de la sociedad, hay tres posibles escenarios de la elección presidencial.
El primer escenario, el cumplimiento del Plan C, en el cual Claudia Sheinbaum gana la presidencia de la República y logra la mayoría constitucional de dos tercios en las cámaras del Congreso de la Unión. Es la ruta tendencial y, al parecer, por las encuestas de inicios de marzo, con amplias posibilidades de consolidarse. ¿Qué haría posible este resultado? La combinación de varios factores que enumero a vuelo de pájaro.
El liderazgo del Presidente López Obrador, la constancia y trabajo de Claudia Sheinbaum, la gestión de los programas del bienestar, la operación política de los mandatarios estatales morenistas y el despliegue de los integrantes y simpatizantes del movimiento de regeneración nacional.
El segundo escenario, el crecimiento de la ola rosa. En esta ruta, Claudia Sheinbaum ganaría la elección, pero la oposición social y política cumpliría la meta de ganar un tercio o más de las cámaras del Congreso de la Unión. El motor principal de este escenario sería el voto de castigo de las clases medias al gobierno de López Obrador, aderezado por una intensa campaña en medios de comunicación y redes sociales.
Parece muy general, pero en realidad la viabilidad de este escenario podría definirse con el resultado de la votación en 70 distritos electorales, localizados en la CDMX, el Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Puebla.
El tercer escenario: el voto de castigo. Esta ruta tiene dos modalidades. En la primera, Claudia Sheinbaum ganaría la Presidencia, pero su coalición no tendría, incluso la mayoría simple en el Congreso de la Unión. En la segunda modalidad, Xóchitl Gálvez ganaría la presidencia, pero la mayoría en el congreso la tendría Morena y sus aliados.
Hay pocos elementos que apuntarían a la consolidación de este escenario, pero los factores serían: voto masivo de castigo que se mantuvo oculto hasta el día de la elección, acrecentado por la utilización de la inteligencia artificial y manipulación de las redes. No se olvide. No es una cuestión del azar.
En cualquier escenario lo más importante será la decisión que tomemos como ciudadanos el 2 de junio. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?
La política es de bronce.
POR ONEL ORTIZ FRAGOSO
ANALISTA POLÍTICO
@ONELORTIZ
MAAZ