Columna Invitada

Una ciudad para todas las edades

Así, en la Ciudad de México, tendremos apoyo y protección desde la cuna hasta el fin de la Universidad. Un avance sustancial en la construcción de un Estado de Bienestar para la capital.

Una ciudad para todas las edades
Pablo Yanes / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Clara Brugada viene por más derechos, más libertades, más bienestar y más cuidados. La propuesta programática que presentó el 3 de marzo en el Auditorio Nacional es una ambiciosa apuesta para expandir los derechos, extender la protección social y profundizar las políticas de bienestar para todas las personas y todas las edades.

Una gran fortaleza de su propuesta es la incorporación de la perspectiva de ciclo o trayectoria de vida en su diseño. Por ello el énfasis en el apoyo a la primera infancia con el programa Desde la Cuna, para la protección en los primeros mil días de la vida, así como la complementación con exitosos programas, como Mi Beca para Empezar y la Beca Universal del Bachillerato, con una nueva Beca para estudiantes universitarios, así como con el otorgamiento del apoyo único para las y los jóvenes que cumplan 25 años para darles una plataforma para impulsar sus proyectos de vida y volar: el programa Alas para las y los jóvenes.

Así, en la Ciudad de México, tendremos apoyo y protección desde la cuna hasta el fin de la Universidad. Un avance sustancial en la construcción de un Estado de Bienestar para la capital. Ello ha sido posible por la continuidad en diferentes gobiernos de políticas expansivas de los derechos sociales. Por diferentes vías y a través de distintos programas en la Ciudad de México se está construyendo el derecho al mínimo vital definido en la Constitución. Esta es la mirada con la que debemos analizar las transferencias sociales y su expansión.

Recordemos que la pensión universal nació en 2001 en la Ciudad de México y ahora es un derecho en todo el país y no olvidemos que tuvo una lógica expansiva de coberturas: empezó a los 70 años, disminuyó a los 68, posteriormente se estableció en 65 y ahora la candidata Claudia Scheinbaum se comprometió a otorgar un apoyo a las mujeres a partir de los  60 y Clara Brugada, en una lógica de complementación entre órdenes de gobierno, ha ofrecido otorgar el apoyo a los varones de más de 60.

Pero no solo, Clara Brugada ha planteado otorgar un ingreso mínimo vital a las personas a partir de los 57 años. Lo anterior está plenamente justificado porque las personas que se acercan a los 60 tienen niveles de precariedad, inseguridad, desprotección y discriminación laboral muy fuertes y son un grupo de población que hasta ahora no ha tenido la importancia y atención debida en las políticas públicas. Otorgar este mínimo vital es un  piso de seguridad en una edad crítica de la vida y es , además, una herramienta de transición hacia la pensión de adultos mayores. 

Esto es: un paso más en la construcción de un pilar emergente del Estado de Bienestar: el ingreso ciudadano universal 

POR PABLO YANES

PAL

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